El titular de la Secretaría de Finanzas y coordinador del Gabinete Económico, Wilfredo Cerrato, en una entrevista exclusiva con LA PRENSA, habló sobre la fortaleza de la economía y cómo una buena disciplina fiscal y control del gasto han logrado allanar el camino para que Honduras pueda crecer a un ritmo superior al 4%, que permita estimular la inversión nacional y extranjera.
Muy bien. Este ha sido un buen año, pese a que es un poco complejo porque es un año electoral. Muchas personas creyeron que este último año la economía se iba a descarrilar, pero no fue así. Los resultados hablan por sí solos; en mayo vino el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha realizar la quinta revisión y destacó que estaban satisfechos con el continuo fortalecimiento de la economía hondureña. Tan solo 45 días después, el Banco Central de Honduras entrega el nuevo programa monetario y confirma que el crecimiento económico será mayor de lo esperado. También tuvimos la visita de la agencia Standard & Poor’s, que nos dio una calificación histórica de BB-, lo que significa que estamos en un rango de inversión no especulativo que contrasta con la que teníamos el año pasado. Con esos resultados quedamos emparejados con países como Costa Rica y República Dominicana.
![]() La periodista Bessy Lara entrevista al ministro de Finanzas, Wilfredo Cerrato Fotos: Max Lemus
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Luego, en agosto, la Revista Global Finance le dio una nota “A” al Banco Central de Honduras. Un mes después, el FMI vuelve y hace la última revisión del acuerdo; ellos, concluyeron que el Gobierno cumplió con todos los criterios de desempeño para finales de junio de 2017.
El 12 septiembre, en el mercado de bonos soberanos, mercado de bonos secundarios, Honduras alcanzó el nivel más bajo de riesgo país al pasar de 3.92% en enero a 2.89%. Eso significó que la deuda que se colocó en enero a 6.25%; en este momento, nos costaría entre 5.05% a 5.25%, un punto menos.
Y para finalizar, Moody’s nos mejoró la calificación.
En 2015, concedió una calificación de B3, en 2016 de B2 y ahora nos otorgaron la B1, quiere decir que por dos años consecutivos la agencia le mejoró a Honduras su calificación, algo inusual. Lograrlo significa que las cosas se han hecho bien.
El 80% de las calificaciones a nivel internacional las dan Moody’s y Standard & Poor’s. Por qué las contratamos; bueno, porque para emitir deuda en los mercados soberanos es un requisito tener dos calificaciones de agencias y mantener esas notas. Por eso invitamos a las calificadoras desde 2013. Además, quisimos traerlas porque con las evaluaciones que estábamos haciendo con el FMI (dos por año) siempre vimos la oportunidad para empezar con el FMI y cerrar con la calificadora. Una combinación que nos permitió lograr estos resultados.
En cuanto a la medición, las calificadoras miden distinto en relación con el FMI.
Este último mide política fiscal, ingresos, egresos, déficit fiscal y política monetaria. Aunque con el FMI también vimos inversión social y de infraestructura.
En el acuerdo que teníamos con el fondo existía un monto mínimo de inversión de 9,500 millones de lempiras por año; quiere decir, que si no invertíamos eso estábamos incumpliendo.
Mientras, las calificadoras de riesgo país evalúan tres áreas: fiscal y monetaria; fortalecimiento de las instituciones y el ambiente político, por eso no era fácil que este año, que es de elecciones, ambas calificadoras nos aumentarán la nota, pero lo logramos.
Tuvimos un buen desempeño en materia fiscal y política monetaria, lo cual fue reforzado con las opiniones y revisiones del FMI.
Asimismo, mostramos un fortalecimiento de las instituciones. Por ejemplo, en la Secretaría de Seguridad con la depuración, en la Secretaría de Finanzas con la implementación de la unidad de contingencia fiscal, con la dirección de política macrofiscal y una dirección de política tributaria, entre otros.
La Ley de Responsabilidad Fiscal pesó mucho en las evaluaciones. Ellos vieron que, aunque habrá cambio de Gobierno, hay leyes que van a forzar a mantener ese buen desempeño, y cuando se tiene ese indicador el endeudamiento es menor. Eso crea estabilidad y genera más ingresos.
Cuando decidimos cerrar la DEI hubo muchas dudas de los bancos de desarrollo internacional a los que fuimos a pedir apoyo para hacer la reingeniería, pero al final dimos el paso y las cosas salieron bien. Luego nos dimos cuenta que aún quedaba un tema pendiente en cuanto al servicio del sector privado, y por eso decidimos separar aduanas de rentas. Hubo susto de los colaboradores pero los resultados fueron los esperados.
No, los resultados de los cambios fueron más recaudación tributaria y un mejor servicio en el tema de las aduanas.
En esto también tiene que ver mucho el dinamismo que tiene la economía, lo que está generando más tributos. A julio, el índice mensual de actividad se ha acelerado más, sobre pasamos la barrera de cinco y cerramos en 5.2%.
Es por eso que esperamos alcanzar la meta de recaudación de 93,662 millones de lempiras para el cierre de 2016. Para el próximo año la meta es de 101,948 millones, que representan una mejora de 8,000 millones de lempiras.
La presión tributaria va decreciendo, en 2016 fue de 18.5% y ahora, 18.3%.
El impacto de esa exoneración fue de L1,500 millones menos en impuestos por año. No obstante, no habíamos registrado, por lo menos en este Gobierno, un crecimiento tan acelerado del sector de agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, como el que estamos cifrando. Actualmente ese crecimiento se duplicó y se sitúa en 9.9%. A julio, es el sector que más ha crecido, más que el sector de intermediación financiera.
Eso indica que la exoneración ha dado sus resultados.
El sector de la maquila es el más beneficiado con el Plan 20/20, ahí depende mucho del sector privado, porque cuando este ve las buenas condiciones macroeconómicas los empresarios se motivan a invertir. Al tener menos riesgo, el dinero cuesta menos, se motivan a pedir prestado y a invertir.
La construcción estaba avanzando en 2.9% en 2016, pero hoy su crecimiento es de 4.4%, el doble. Se espera que para el próximo año el sector tenga un repunte de 6%. Otro factor que influyó en ese dinamismo es la entrega de bonos por vivienda social que otorga el Gobierno.
Solo este año, el Gobierno ha destinado 800 millones lempiras para Convivienda, con el fin de que aquellas personas que ganan hasta cuadro salarios mínimos pueda tener acceso a un bono para su casa que va desde 60 a 90 mil lempiras. Este ha sido el año más movido para el rubro, por lo que Convivienda recibirá 100 millones más.
Las exportaciones han crecido un 22% en comparación a 15 septiembre del año pasado. Influenciado, principalmente, por las ventas de café, a pesar de que en el mercado internacional el valor por quintal fue un 3% menor que el de la cosecha pasada. Esto debido a que hubo un incremento en la productividad. Otro rubro que ha tenido un buen desempeño es el de palma africana, el de camarón y otras frutas y hortalizas no tradicionales.
Sí, el beneficio para el Gobierno ya se está viendo, antes pagamos tasas de hasta 15% y a tres años plazos. Ahora en ese mismo tiempo pagamos a 7.85%.
Por bonos de cinco años, antes se pagaba a 14%, y hoy bajó a 9%. Para siete años, era 15% y ahora, 10%. Antes nadie compraba bonos de 10 años del Gobierno porque lo miraban riesgoso, pero hoy emitimos deuda a 10.45%.
Y bueno, si Honduras quiere emitir deuda nueva ya no le costaría 6.25%, sino 5.25%.
En la banca nacional, las tasas de interés en promedio han bajado 2% en los últimos meses, descendiendo de 16 a 14%.
Unos bajan más que otros dependiendo del sector: consumo pasó de 20.16 en 2013 a 18.39% en 2017; comercio, 16.77% a 14.55%; propiedad raíz, 16.06 a 12.31%; agricultura, 15 a 12.31%, pero en Firsa está a 7.25%; industria, 15.32% a 12.35%.
Esto se da porque la economía se dinamiza, el Estado demanda menos prestamos, entonces hay una sobre liquidez, y eso hace que los bancos bajen las tasas de interés porque ya no todo el dinero lo prestan al estado. Quieren que la gente aproveche esos fondos y comienzan a financiar sectores que antes no financiaban, como la agricultura y vivienda.