El Gobierno belga activará a partir del próximo 1 de enero nuevas medidas contra el terrorismo yihadista, entre ellas un “plan global” en el distrito bruselense de Molenbeek, de donde procedían varios de los terroristas implicados en los atentados del pasado 13 de noviembre en París.
El ministro del Interior belga, Jan Jambon, anunció ayer que a partir del 1 de enero el Gobierno activará este plan destinado a reforzar la seguridad en la zona, así como un “banco de datos dinámico” que facilite la recopilación de información sobre presuntos yihadistas, según recogen los medios locales.
La medida surge luego de que un servicio de inteligencia no identificado advirtió a varias ciudades europeas de posibles ataques terroristas, según informó en un comunicado la Policía en Viena.
Los ataques implicarían el uso de explosivos o armas de fuego y se producirían en algún momento entre Navidad y Año Nuevo, según el comunicado de la Policía.
La alerta incluye los nombres de varios posibles atacantes que la Policía de Viena ha investigado sin encontrar “resultados concretos adicionales”.
En respuesta a la advertencia, Viena, París, Bruselas y Roma han aumentado la seguridad en lugares públicos.
Entre las precauciones, la Policía iniciará más controles de seguridad, se alistarán planes de reacción rápida en caso de una emergencia y se aumentará la vigilancia sobre maletas y bolsas vacías, señaló la Policía austriaca.
En Bélgica, el nivel de alerta está situado en el tres de un total de cuatro, que corresponde a una amenaza de “posible” atentado, y se mantendrá hasta final de año.