Pizarras, archivos, escritorios y un buen número de textos y enciclopedias nuevas recibieron ayer los alumnos de las escuelas Osmán Márquez y Dios es Nuestra Fortaleza de Cofradía.
A su llegada a clases después del feriado de Semana Santa, más de 800 alumnos de estas instituciones se mostraron contentos y agradecen al empresario Mario Canahuati y a la Fundación Española Acción Solidaria por el donativo. A esta causa también se unió la Fundación Gran Comisión que envió quince pupitres nuevos.
Más aulas
Hace tres semanas LA PRENSA dio a conocer las carencias con las que estos pequeños recibían el pan del saber. En los reportajes se publicó cómo los menores sentados en bloques, tablas y debajo de galeras provisionales recibían clases todos los días. La noticia conmovió y despertó el interés de instituciones y del empresario y canciller de la República Mario Canahuati. Hasta la fecha han donado unos cien pupitres; pero aún falta mucho por hacer. En la escuela Dios es Nuestra Fortaleza necesitan construir cuatro aulas más.
El hacinamiento por falta de espacio físico y la necesidad de recibir clases de unos 90 menores que se quedaron este año sin matricula demanda más aulas.
Esta institución educativa requiere unos cien pupitres más.
En la escuela Osmán Márquez también urge la construcción de tres aulas. Esta institución se ubica en el sector de El Estillero y unos 130 pequeños no entraron este año a la escuela porque no hay donde albergarlos. Allí se necesitan unos 120 pupitres, varios niños están recibiendo clases en el suelo.
Estas instituciones pese a sus carencias son centros preferidos por los padres de familia de esta zona.
Su nivel educativo es el de una escuela Proheco caracterizada por recibir los 200 días de clases del año sin huelgas ni suspensiones.
