Desde abril está suspendido el pago de las indemnizaciones de las tierras adonde se construye el proyecto hidroeléctrico Patuca III, en Olancho.
Según Miguel Navarro, miembro de la Comisión de Avalúo de la Enee (Empresa Nacional de Energía Eléctrica), los dueños de las propiedades de esa zonas están inconformes por este retraso.
“No sabemos qué es lo que se pretende en la Enee, no vemos seriedad en los pagos y estamos en esta situación desde que comenzó el proyecto”, lamentó Navarro.
Hasta los momentos, la Enee ha pagado 460 millones de lempiras en compra de tierras, pero todavía falta por erogar unos 800 millones para completar el proceso. De los 400 dueños de esas propiedades, el Gobierno ha indemnizado a menos de 100.
El proyecto Patuca III tendrá una extensión de unas 12 mil manzanas, que es la cantidad de tierra que el Estado debe adquirir mediante el sistema de pago de justiprecio.
Crédito
La estatal firmó a inicio de marzo un contrato de crédito con una institución bancaria nacional por 300 millones de lempiras para el pago de indemnizaciones, pero sólo ha recibido 150 millones.
Los dueños de las propiedades que no han recibido su dinero advierten que si el retraso en los pagos continúa habrá protestas en la capital. “Esta o la otra semana podemos hacer movilizaciones frente a Casa de Gobierno, estamos cansados”, dijo Navarro. En enero de 2011, el Gobierno acordó con los dueños de la tierras que durante ese año se cerraría el proceso de compra de tierras.
No hubo cumplimiento de lo acordado, por lo que en febrero de 2012 se llegó a un nuevo arreglo con estas personas para agilizar los pagos, promesa que se realiza a medias.
Riesgos
La compañía china Sinohydro es la encargada de ejecutar la obra, cuya primera etapa está previsto que termine en este mes. Esta primera fase, cuyo costo es de 50 millones de dólares, consiste en la construcción del túnel de desviación del río Patuca. La siguiente etapa, que tiene un costo de 300 millones de dólares, prevista para julio, consistirá en el levantamiento de la cortina; pero el retraso en las indemnizaciones pone en riesgo el inicio de esta parte de la obra .
