Cumplir con la promesa de sacar el centro penal del barrio Inglés de La Ceiba piden los empresarios ceibeños al presidente Juan Orlando Hernández, quien se los prometió en dos ocasiones hace unos tres años.
La Cámara de Comercio e Industrias de Atlántida, la sociedad civil, algunos diputados de Atlántida y diferentes sectores de la sociedad ceibeña han venido exigiendo el traslado del presidio. La razón es porque representa un riesgo por diferentes factores que esté ubicado en el centro de la ciudad.
“Las instalaciones ya no son las adecuadas porque también son un riesgo para los privados de libertad. El presidente de la república se quedó corto con la promesa que hizo del traslado del centro penal”, manifestó José Lanza, presidente de la Cámara de Comercio.
“El mandatario hasta nos dijo que se quitaba el nombre si en diciembre de hace tres años no lo quitaba de ahí. Uno de los riesgos también es en cuanto a un maremoto, pues está frente al mar. Además, hay peligro de fuga por la cantidad de personas que circulan alrededor’’, agregó Lanza.
Vecinos
Jorge Romero, presidente del patronato del barrio Inglés, dijo que el peligro es latente entre los vecinos que viven contiguo al centro penal. “Aquí vivimos en zozobra porque ya ha habido fugas y la gente tiene miedo. No se mira la intención de trasladarlo porque más bien están haciendo remodelaciones. Han construido un cerco y otras obras. Ese penal ya no debería estar ahí porque el presidente Juan Orlando nos prometió que lo sacaría”.
Una fuente ligada al Instituto Nacional Penitenciario expresó a diario LA PRENSA que el proyecto del traslado del reclusorio está en agenda del Gobierno.
“La planificación del presidente Juan Orlando Hernández de sacar el centro penal de La Ceiba sigue en marcha. No hay fecha específica para el traslado, pero sí está en estudio. Ya se han cerrado otros centros penales en el país y es un proceso que se debe seguir. Para el caso, en Trujillo, donde también está ubicado en el centro, ya se tiene un terreno en las afueras de la ciudad”.
Bomba de tiempo
Varias inspecciones que se han realizado en las vetustas instalaciones penitenciarias de La Ceiba han concluido que el edificio no reúne las condiciones para alojar a los reos. El edificio tiene alrededor de 115 años y no se han hecho mejoras mayores. Se construyó para una capacidad de 180 reclusos; sin embargo, en la actualidad sobrepasan las 400 personas, entre hombres y mujeres.
Además, las instalaciones eléctricas son obsoletas y debido a la sobrepoblación la demanda de energía es mayor, por ello se ha sugerido mejorar el cableado para evitar que se registre un incendio en el interior.