Luego de llegar a la Cancillería hondureña, donde habían sido convocados, para posteriormente dirigirse a la base aérea Hernán Acosta Mejía de la capital, el canciller Mario Canahuati les informó de la cancelación del vuelo a los dolientes. El funcionario estaba cabizbajo y visiblemente apesarado se dirigió a los familiares. “Lamento darles esta noticia. Nos acaban de avisar que el vuelo ha sufrido atrasos por cuestiones climatológicas. Eso significa que no va a venir hoy como estaba programado. El vuelo saldrá de México mañana (hoy) a las siete de la mañana y llegará a las doce del mediodía”, expresó el canciller.
“La espera es insoportable. Desde la semana pasada estamos esperando. Esto no se lo deseo a nadie”, dijo entre el llanto la esposa de Miguel Ángel Cárcamo Ávila, la señora Marleny Xiomara Suarez, quien viaja con sus hijos a diario desde la comunidad de El Guante, Cedros, Francisco Morazán. Lo mismo opinaron los hermanos de Júnior Basilio Espinoza Valerio y también tíos de Carlos Alejandro Espinoza, quienes llegaron a Tegucigalpa desde el pasado sábado y ya están desesperados por irse con el cuerpo de sus familiares a su comunidad, Triunfo de la Cruz Tela. Aunque parecía cansada, la madre de Carlos Alberto Valle Lazo, la señora Teresa de Jesús Lazo, decidió irse a San Pedro Sula después de recibir la noticia de que los cuerpos llegarán hasta hoy.
“Vendré temprano en la mañana. Andamos ocho parientes y no podemos quedarnos. Voy a regresar y le pido a Dios que ese cuerpo que me den no sea el de mi hijo. Tengo la esperanza de que no sea él. Algo me dice que está vivo”, expresó doña Teresa.
Dudas
Varios familiares de las víctimas aprovecharon la accesibilidad del canciller Mario Canahuati para hacer varias consultas; por ejemplo, si podían enterrar a sus parientes donde ellos dispusieran, si es segura la llegada de los cadáveres hoy al mediodía y si les permitirán abrir los féretros. “Pueden enterrar a sus parientes donde lo deseen. Cuando se los entreguemos, ustedes deciden qué hacer con ellos”, respondió Canahuati.
El canciller explicó que los cuerpos ya estaban siendo subidos al avión de la Fuerza Aérea Mexicana, una aeronave C130, pero tuvieron que ser bajados debido a las condiciones climáticas, que no permitieron el vuelo.
Sobre si los dolientes podrán abrir los féretros, explicó que vienen sellados, pero se comprometió a hablar con los fiscales y con Medicina Forense para confirmar si este punto es factible. “Sé que la espera es dolorosa. Ya estábamos preparados para recibirlos hoy (anoche), pero la realidad es que no vienen y lo único que me toca decirles es que estoy a la disposición por lo que necesiten. Si necesitan algún vehículo que los lleve, los automóviles de la Cancillería están a la orden, incluso mi carro. El Gobierno les dará un fondo monetario para que tengan para algunos gastos”, dijo el funcionario.
Canahuati prestó su vehículo personal a un grupo de familiares que decidieron irse a San Pedro Sula y volver hoy a primera hora.
Horas después, el canciller y su equipo coordinaron la alimentación, el hospedaje y el transporte para los familiares de las víctimas que han hecho de la Academia Diplomática un refugio desde que conocieron que el nombre de sus parientes aparecen en el listado de los masacrados en Tamaulipas, México. También se conoció que el Gobierno apoyará a los hijos de las víctimas.
Embajador se solidariza
El embajador de Estados Unidos de México en Honduras, Tarcisio Navarrete Montes de Oca, se solidarizó ayer con los hondureños y particularmente con los parientes de las 21 víctimas de la matanza en Tamaulipas y señaló que su gobierno trabaja para deducirles responsabilidades a los criminales.
Por la mañana, el diplomático se reunió con el presidente del Congreso Nacional de Honduras, Juan Orlando Hernández, a quien le expresó su pesar por lo sucedido. Luego, al abandonar el Poder Legislativo, dio entrevistas a los medios de comunicación y afirmó que se busca hacer justicia por los asesinatos.
Indicó que su visita a Hernández fue de cortesía, con el fin de solidarizarse por lo ocurrido y entablar conversaciones relacionadas con la cooperación y el intercambio legislativo entre ambos países.
Al embajador se le consultó sobre las repercusiones en su país, en materia de derechos humanos, por la matanza y señaló que buscan a los culpables y en eso trabajan la Procuraduría General de la República y las instituciones relacionadas con la migración.Reiteró el compromiso de su país a nivel estatal y federal y todas las naciones miembros de organismos de derechos humanos en dar una explicación de lo ocurrido, sobre todo a sus familiares, y que ya están revisando los métodos de cooperación con los países centroamericanos con el propósito de esclarecer lo ocurrido.
Falta identificar cuerpos
El vicecanciller Alden Rivera, que se encuentra en México, dijo que falta identificar unos 21 cadáveres. Se sospecha que puede haber más catrachos asesinados.
La única información oficial apunta a que hay cinco cuerpos preidentificados como hondureños, pero serán confirmados en el transcurso de este día o de mañana.
Si se corrobora la nacionalidad hondureña de estos muertos, serán repatriados a Honduras el próximo viernes o sábado, informó el vicecanciller. Se ha identificado a 16 hondureños, trece salvadoreños, cuatro guatemaltecos, un brasileño y varios ecuatorianos.
Rivera reiteró que “hay algunos cuerpos en un estado de descomposición que no permite su reconocimiento inmediato y se deberá recurrir a estudios de ADN, que tardarán al menos 10 días, y luego se dará la etapa de identificación. Esto lo exigen las leyes de México y sin los mismos no saldrán los cuerpos”.
El vicecanciller, que al inicio se dijo que acompañaría a los 16 cadáveres que llegan hoy al país, permanecerá en México para darles seguimiento a los otros cinco muertos que se han preidentificado como hondureños y, en su defecto, agilizar su repatriación.
ADN confirmará identidad
La Dirección de Medicina Forense les hizo ayer pruebas de ADN y dactilares a familiares de las víctimas asesinadas en México para corroborar la identidad de los cuerpos.
Lo anterior se debe a las confusiones en el listado previamente oficializado por la Cancillería de Honduras. El caso peculiar es el de José Virgilio Membreño Montes, originario de Florida, Copán, que supuestamente está vivo en el sector de Colón, lo que ha provocado que los otros familiares quieran abrir los féretros para comprobar si son sus parientes. Ayer, médicos forenses extrajeron sangre de todos los familiares de las víctimas para las pruebas de ADN. Medicina Forense cuenta con un laboratorio para pruebas de ADN, adonde serán llevadas las evidencias para hacer los análisis.
Fuentes confiables confiaron a LA PRENSA que cuando los cuerpos lleguen a la base aérea, los féretros serán abiertos para sacar las pruebas y ser llevados al laboratorio para obtener los resultados. Alrededor de 15 fiscales llegaron ayer a la Cancillería, además de psicólogos para atender a los dolientes.