03/12/2024
12:01 AM

'El 30% de los hijos se siente culpable del divorcio'

San Pedro Sula, Honduras.

El estado psicológico de los niños y adolescentes sampedranos fue medido a través de una investigación cuyo objetivo fue determinar los diferentes patrones de conducta a causa de un divorcio.

Pedronel González, psicólogo con orientación familiar, fue el artífice del estudio en el que se establecen estadísticas, así como las consecuencias de la desintegración.

Entre algunos hallazgos figura que el 50.6% de los niños y jóvenes presentan períodos de llanto desconsolado; el 22.7%, conductas regresivas; el 50.8% intensifica de forma exagerada las conductas de contacto físico con el padre que conserva la guarda; el 24.6% desarrolla una serie de rituales al momento de irse a dormir, y el 39.5% presenta conductas de agresión hacia hermanos o compañeros de estudio. González revela a LA PRENSA más resultados.

¿Qué efectos tiene el divorcio en los niños y adolescentes?

En las consecuencias afectivas y sentimentales se concluyó que el 47% de los niños y jóvenes expresaron sentir rabia por el divorcio de sus padres; el 76.6% dijeron que se sentían tristes después de todo el proceso; el 63.1%, inseguros; el 55.8% se siente ansioso, el 30%, culpable, y el 65%, nostálgico en Navidad o fechas especiales por la falta de uno de sus padres.

¿Ha notado un incremento de divorcios en San Pedro Sula?

Sí, la gente ve el divorcio como un camino para que se acaben los problemas y eso es un mito. Después de divorciarse los problemas siguen con el agravante que los niños sufren más.

¿Cuáles son los principales problemas de los matrimonios?

Son cinco: el primero, el económico; después, la educación de los hijos, dificultades sexuales y en la relación con la familia de origen de los cónyuges, y por último, la religión. La parte sociológica nos dice que también contribuye la mayor independencia de la mujer porque son más autónomas y eso contribuye a que tome la decisión de separarse más fácilmente.

También se habla de la violencia doméstica, que en muchos casos termina en consecuencias nefastas porque no hubo una intervención oportuna.

¿En qué casos el divorcio es realmente necesario?

A los pacientes les digo que tenemos que hacer 99 intentos antes del divorcio, pero se necesitan tres cosas para salvarlo: primero, tener a Dios en su corazón, la buena disposición de los cónyuges y la consejería de pareja oportuna.

¿En qué porcentaje de los divorcios influye la infidelidad?

Para mucha gente la infidelidad es el fin de un matrimonio, pero no es así siempre y cuando el hombre sea el infiel. Pero cuando es la mujer el hombre por machismo no perdona y se acaba todo.

¿Hay efectos negativos de índole económica para los hijos tras un divorcio?

Sí, las hay y los niños las notan aunque no lo creamos. En el estudio se determinó que el 51.1% de hijos cuyos padres se divorciaron manifestaron ya no gozar de las mismas comodidades que tenían antes de la separación.

¿Cuáles son las consecuencias académicas?

El 54.6% de los hijos bajan su rendimiento académico; el 46.8% empezó a tener conductas de indisciplina en el aula y el 27% reprobó el año escolar.

¿El horario extendido del trabajo afecta el matrimonio?

Sí, pero hay técnicas que se pueden poner en práctica para evitar que esto perjudique, como hacer uno de los tres tiempos de comida juntos, salir con la familia y a solas en pareja. Eso fortalece el vínculo.

¿A qué edad afecta más en los hijos la separación?

En todas las edades es igual, incluyendo los hijos adultos porque en la cabeza de ninguna persona está la separación de sus padres como una posibilidad. He tenido pacientes de 45 años que le pagan la consulta a sus papás para que no se divorcien.

¿Cuánto tiempo duran los matrimonios actualmente?

Menos de 10 años y entre más jóvenes se casan más rápido se cansan. La edad óptima para casarse es después de los 30 años para los hombres y 25 para las mujeres.

¿Cuánto debe durar el noviazgo?

Menos de tres años, pero más de año y medio. Los noviazgos cortos no permiten conocer a la otra persona y los que son muy largos aburren o se vuelven rutinarios.