03/10/2024
07:53 AM

'No hay persecución política, es excusa de varios corruptos”: Ramón Custodio

Tegucigalpa, Honduras.

La corrupción histórica de los políticos y el incumplimiento de los diferentes Gobiernos ante las exigencias y necesidades del pueblo hondureño han sido el detonante de la actual situación que se vive en Honduras, según Ramón Custodio, excomisionado de los Derechos Humanos.

Además indicó que ahora muchos se escudan en hablar de “persecución política” porque no quieren pagar por sus actos de corrupción.

¿Cuál es su lectura de la situación en el país?

Ninguna sociedad es perfecta, todas tienen motivos de reclamo. La sociedad hondureña tiene un gran sector excluido que vive sin oportunidades, sin educación, sin trabajo, con mala atención de salud, etcétera, y cuando en un país no se resuelven los problemas, estos crecen hasta convertirse en una crisis.

Eso ha pasado en Honduras y por eso ni hemos superado la crisis de 2009 y ya tenemos otra crisis porque el pueblo no ha sido respetado. Cuando en Honduras los gobernantes se apeguen a la ley y cumplan su deber, viviremos con mayor tranquilidad. El país vive uno de sus momentos más importantes.

¿Qué opina de las marchas en Honduras?

La Constitución da el derecho a manifestarse pacíficamente y por causas lícitas. El movimiento de los jóvenes hondureños es una muestra de madurez política y sabiduría ciudadana que es un ejemplo para el mundo. La marcha de las antorchas está iluminando el futuro de Honduras.

¿Hay grupos políticos que quieren sacar provecho de las marchas?

Me he manifestado a favor del movimiento de los jóvenes, pero sin contaminarlo con mi presencia. Pero hay unos que llegan a las marchas a tomarse fotos y pretenden aparecer como directores o inspiradores de esos jóvenes, y eso es mentira, están engañados si creen que lo son.

Los jóvenes hondureños que hoy protestan de forma tan sensata demuestran una madurez política que ya quisieran tener otras sociedades. Esos que llegan a meterse por la foto o aparentar ser directores de estos jóvenes le están faltando el respeto a ese movimiento, son intrusos. Los jóvenes han organizado las marchas de forma autónoma e independiente, con toda decencia, y nadie tiene el derecho de contaminar esa pureza ciudadana.

Varios acusados de corrupción hablan de persecución política, ¿es así?

No hay persecución política en Honduras, eso es excusa de varios corruptos. Quien comete actos de corrupción debe ser juzgado por ello.

Cuando un Gobierno que no es democrático persigue a gente por sus ideas, carácter o comportamiento ejemplar, entonces sería persecución; pero si alguien hace negocios ilícitos, saquea al Estado, ayuda a ello, o desfalca instituciones como el Seguro Social, entonces son corruptos, delincuentes, y deben ser juzgados como tales. Los corruptos deben ir a la cárcel porque afectaron a todos los hondureños.

Varios piden una Comisión Internacional Contra la Impunidad, ¿cómo ve esta posibilidad?

Como en el país no se toma en cuenta a la gente honesta, capaz y con ética, tenemos que andar buscando en el extranjero que nos ayuden. Mire, aquella Comisión de la Verdad no sirvió para nada. Se hizo otra comisión y tampoco sirvió. Debe haber mecanismos que garanticen que todo se hará con transparencia. Si al final los jóvenes insisten en que vengan observadores internacionales, hay que escucharlos, para eso es el diálogo. Eso sí, para que haya un cambio verdadero en Honduras debe haber voluntad real en el país para que eso suceda.

¿Hay independencia entre los poderes del Estado en Honduras?

No hay independencia de poderes. Por ejemplo, en la Sala de lo Constitucional están dando sentencias para satisfacer las exigencias de los políticos que quieren volver o seguir en el poder. Eso debe terminar.

El Gobierno convoca a diálogo, ¿qué opina?

El llamado del Gobierno al diálogo fijando los puntos de los que se iba a hablar fue un mal paso político. Si se convoca a un diálogo es para escuchar el reclamo y exigencias del grupo de gente inconforme, no se le pueden imponer los temas a tocar. El que está siendo cuestionado no puede llegar al diálogo imponiendo una agenda. El diálogo es bueno, pero debe crearse un espacio propicio.