El Día de los Muertos ayuda a muchas familias hondureñas a paliar la difícil situación económica que atraviezan cientos de hogares.
Limpiar tumbas, vender flores y otros recuerdos, dar serenatas o vender alimentos y bebidas refrescantes son algunos de las opciones que se idean los honduureños en 'crisis económica' para salir adelante y agenciarse unos lempiras en sus bolsillos.
Desde hace varias semanas, los vendedores de flores se alistaron para la fecha haciendo los pedidos de flores y coronas que hoy se han empezado a vender como pan caliente a las afueras de los cementeriios y zonas como Guamilito en San Pedro Sula.
Una situación similar a la que se experimenta en los cementerios de Tegucigalpa y otras ciudades que ya están listos para recibir a quienes visitan a sus deudos en el Día de los Santos Inocentes y el Día de los Fieles Difuntos que se conmemoran el 1 y 2 de noviembre de cada año.
En la capital, los vendedores, en su gran mayoría mujeres, se apostaron en los alrededores del mercado Zonal Belén de Comayagüela. La mayoría llegaron procedentes de la aldea El Piligüin, cerca de El Hatillo, en la periferia de la capital y permanecerán hasta el lunes en la tarde.
El soleado domingo dio paso para que otros emprendendores se dieran a la tarea de promover los servicios de limpieza de tumbas o de jardinería.
Obviamente, con el agobiante calor, no faltó también que viera en la venta de refrescos y agua una oportunidad económica.
Y en la escala están un poco más lejos quienes viven del sentimiento profundo de quienes en vida recuerdan a los que ya se fueron por medio de una serenata. Los mariachis son otra fuente de empleo que, como otros, se revitaliza en pleno Día de los Muertos.
