19/06/2025
12:05 AM

Dudas sobre el poder político del Papa

El escándalo causado por la súbita renuncia del efímero arzobispo de Polonia, monseñor Stanislaw Wielgus, a causa de sus pasados lazos con la policía comunista de Polonia, despierta nuevos interrogantes sobre la influencia del papa Benedicto XVI en la política internacional.

El escándalo causado por la súbita renuncia del efímero arzobispo de Polonia, monseñor Stanislaw Wielgus, a causa de sus pasados lazos con la policía comunista de Polonia, despierta nuevos interrogantes sobre la influencia del papa Benedicto XVI en la política internacional.

La renuncia del arzobispo pocas horas antes de su entronización en la catedral de Varsovia desató una ola de críticas en contra y a favor de la iglesia de Polonia, el país de nacimiento de Juan Pablo II, cuya inmensa popularidad se debía justamente a su lucha intransigente contra el régimen comunista.

El escándalo se suma al provocado hace tres meses por las declaraciones de Benedicto XVI sobre el islam, las cuales debilitaron la imagen mundial del jefe de la iglesia católica.

La dimisión de monseñor Stanislaw Wielgus, tras ser aceptada por Benedicto XVI, fue anunciada por la nunciatura apostólica, la “embajada” de la Santa Sede, y divulgada simultáneamente por la oficina de prensa del Vaticano.

Caso

Se trata de la primera vez en la historia moderna de la Iglesia que se desenlaza así un caso tan delicado, en el que la iglesia local logra el cese del arzobispo, pese a que al Papa había ratificado públicamente en varias ocasiones su confianza.

Entre los pocos obispos que han sido relevados de sus funciones recientemente figuran el francés Jacques Gaillot en 1995 y el cardenal estadounidense Bernard Law en 2002, el primero acusado de indisciplina y el segundo de mala gestión del escándalo sobre los sacerdotes pedófilos.

En un país profundamente católico como Polonia, dividido entre quienes exigen una purga y los que piden compasión con el pasado, Benedicto XVI corre el riesgo de perder su autoridad al haber designado una controvertida personalidad, con un pasado secreto, en el cargo más prestigioso.

Dos días antes de la ceremonia de entronización, el Vaticano recordó que “la Santa Sede, al decidir la designación del nuevo arzobispo de Varsovia, tomó en consideración todas las circunstancias de su vida, entre ellas aquéllas que concernían su pasado”.

Siguiendo la tradición, el nombramiento de monseñor Wielgus fue propuesto al Papa por el nuncio apostólico del país, quien suele consultar al episcopado local.