A más de un mes desde el misterioso desaparecimiento de la turista Angie Samantha Peña (23) mientras vacacionaba en la isla de Roatán, las investigaciones hechas continúan sin arrojar resultados importantes sobre este caso que generó consternación y revuelo entre la población desde que salió a la palestra pública.
Wálter Peña, padre de Angie, se refirió nuevamente al caso este jueves a través de una conversación con LA PRENSA y denunció que la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) congeló las diligencias y ni siquiera ha comenzado el peritaje sobre el chaleco salvavidas, el arerte, el cordón y la moto acuática encontrados hace varias semanas en el vecino país de Belice.
“Las autoridades de investigación insisten en tipificar el caso de mi hija como accidente y la Fiscalía de Roatán no tiene ningún avance, pues tienen una mora alta de casos y el de Angie está quedando archivado. Ante la inoperancia, como familia tuvimos que movernos a Belice para documentar los hallazgos y los resultados posteriores se los llevamos a la Policía de Honduras”, comentó Wálter Peña.
“Cuando llegamos a la DPI en San Pedro Sula (el jueves pasado) nos encontramos con la sorpresa que no han hecho ningún peritaje porque supuestamente no se ha juramentado a los nuevos encargados de hacer ese trabajo, además por el cambio de gobierno”, sostuvo.
El padre de Angie declaró que en su llegada a Belice dialogaron con lugareños, quienes les manifestaron que la motocicleta fue encontrada en un manglar y posteriormente fue llevada a una isla privada.
La moto, que aún estaba con combustible, fue ubicada por un pescador que realizaba un tour con unos turistas extranjero en el sector. Fue así como se dio parte a las autoridades de la Fuerza Naval de Belice y luego a Marina Mercante en Honduras.
En tanto, el chaleco salvavidas y el cordón fueron localizados en un arrecife, a unas 50 millas naúticas de donde estaba la moto acuática.
Peña externó que siguen con la esperanza de hallarla con vida, puesto que no han encontrado ningún cuerpo, pero lamentó la apatía de la Policía, pues aseguró que como familia se sienten solos y únicamente esperando la voluntad de Dios.
En respuesta a lo expuesto por Peña, el subcomisario de la DPI, Cristian Nolasco, aseveró que las diligencias investigativas en este caso de desaparecimiento no han cesado. Apuntó que últimamente han sostenido reuniones vía Zoom con la familia de Angie Peña, los investigadores de la DPI, su nuevo director y la viceministra de la Secretaría de Seguridad, Julissa Villanueva, quien según Nolasco, se comprometió a no quitar el dedo de la llaga hasta esclarecer lo sucedido.
“Hay que entender que en estos casos se realizan labores por parte de peritos del Ministerio Público y de la DPI, parte de nuestra responsabilidad pasa por enviar las evidencias a los laboratorios forenses de la Fiscalía, es allí donde se analizan las pericias y luego los resultados vuelven a los investigadores, pero esto lleva su tiempo y hay que respetar los plazos”, puntualizó Nolasco.
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“En el caso de Angie Peña se han hecho cualquier tipo de diligencias legales y de búsqueda, además de toma de declaraciones, todo nos lleva a pensar de que se trata de algo accidental, pero aún así no nos cerramos y sabemos que pueden haber dos o hasta tres hipótesis más”, precisó el portavoz de la Policía.
“Hay muchos casos que se llevan a nivel nacional y muchas veces los plazos son tardíos. De igual forma en algunas ocasiones los procesos tardan porque los encargados se enfrentan diferentes inconvenientes, como de salud, por ejemplo, pero aún así seguimos trabajando. Es más, se ha establecido un nuevo equipo de investigación en apoyo al primero que se instaló para esclarecer a la brevedad posible el desaparecimiento, vamos por buen camino”, concluyó.
Sin rastros
Esta búsqueda, sin precedentes en el país, ha sido infructuosa. Los trabajos de localización se centralizaron en las aguas, realizado patrullajes a través de embarcaciones de distinto calado, así como sobrevuelos mediante helicópteros y aeronaves de la Fuerza Aérea Hondureña en Roatán Utila, Guanaja, La Ceiba y Puerto Cortés.
A la búsqueda también se unieron varios buzos, quienes se sumergieron a lo más profundo con el fin de ubicar rastros de la joven turista. Asimismo, ingresó al océano un submarino privado que descendió hasta 1,000 pies, pero no se halló nada.
Autoridades de Belice y Guatemala se sumaron a la búsqueda, sin mayor éxito hasta ahora. La Dirección Policial de Investigaciones (DPI) emitió una notificación amarilla a través de la Interpol (consignada en 195 países) para dar con su paradero.
La familia Peña Melgares ofreció 250,000 lempiras como recompensa para quien dé información fidedigna de su ubicación, ya que al no ser localizada por ningún lado del mar, suponen podría tratarse de un rapto, lo que le daría un nuevo giro al curso de las investigaciones.
Según las autoridades hondureñas, Peña salió el sábado 1 de enero por la tarde con una hermana y un guía desde West Bay. Poco tiempo después las hermanas decidieron que el guía les dejara solas y, según las investigaciones, Angie Samantha regresó a dejarlo al punto de partida, y después, con malas condiciones del tiempo, no se volvió a saber nada.
