Ciudad del Vaticano, El Vaticano
Millones de personas en el mundo serán testigo mañana de la canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII, gracias al gran despliegue mediático que junto a la radio y televisión, incluirá el uso de las redes sociales, Youtube en vivo, 500 salas de cine y la utilización de nueve satélites televisivos.
Así, la canonización de ambos pontífices será seguida minuto a minuto por los fieles católicos también a través de las cuentas de Facebook, Twitter e Instagram del Vaticano, que ha pedido que la transmisión sea en alta definición y 3D.
Juan Pablo II, el primer papa polaco de la historia desde 1978 al 2005, conservador y a la vez moderno, muy popular en los más de 100 países que visitó, será canonizado tan solo nueve años después de su muerte, la santificación más rápida de la historia.
Su canonización en tiempo récord refleja su popularidad entre los fieles. “Continúa inspirándonos con su palabra, sus escritos, sus gestos, su estilo de servicio y su sufrimiento vivido con esperanza heroica”, dice en un mensaje a los fieles polacos el papa Francisco.
En un videomensaje a Polonia, el Papa se manifiesta “feliz” de proclamar la santidad de Juan Pablo II y también “agradecido” personalmente a él “por su servicio incansable y su guía espiritual”.
La decisión de Francisco de canonizar también a Juan XXIII (Angelo Giusepe Roncalli) sin milagro, aun cuando no ha sido adoptada con frecuencia, es una prerrogativa del jefe de la iglesia católica, que ha querido valorizar el ejemplo del llamado “papa bueno”, autor de la encíclica Pacem in terris y evitar al mismo tiempo el culto de la personalidad que genera el polaco Karol Wojtyla.
Juan XXIII, quien convocó el gran Concilio Vaticano II (1962-1965) que abrió a la Iglesia al mundo para modernizarla, fue una persona simple y de buen humor, actitud parecida a la que mantiene el argentino Francisco actualmente.
La idea de dos papas santos y dos papas vivos suscita muchas expectativas, ya que se convertiría en el “día de los cuatro papas”, un momento inédito para la milenaria institución.
Cómo iniciará todo
Las celebraciones comienzan hoy con una “noche blanca” de oraciones en quince iglesias del casco histórico de Roma.
La ceremonia en la plaza de San Pedro será concelebrada por 150 cardenales, mil obispos y 6,000 sacerdotes del mundo entero. Asistirán también representantes de todas las religiones, entre ellos una importante delegación judía para rendir homenaje a dos papas que lucharon contra los prejuicios hacia los hebreos.
Un dispositivo especial para alojar, transportar y atender a los cientos de católicos de Europa, fue decidido por las autoridades de la capital italiana para gestionar el difícil tráfico de automóviles y personas.
En total 19 pantallas gigantes serán instaladas en toda la ciudad además de la Plaza de San Pedro, así como en lugares claves, entre ellos Plaza del Pueblo y el Foro Imperial.
La ceremonia podrá ser seguida en varios idiomas, entre ellos español, portugués, árabe y francés tanto en directa como por televisión.
La basílica de San Pedro permanecerá abierta hasta la una de la mañana para que los peregrinos de todo el mundo puedan orar en el mayor templo de la cristiandad.
Unos 2,400 agentes especiales reforzarán la seguridad de la ciudad y vigilarán monumentos y recintos considerados objetivos sensibles así como los aeropuertos y las estaciones de tren.
Más de 2,600 voluntarios de la Protección Civil repartirán cuatro millones de botellas de agua a turistas y peregrinos.
Su legado
En América Latina hizo furor por su simplicidad. Los indígenas lo llamaban “papacito” y él no tenía problemas en acercarse y hablarles pausadamente en castellano pese a las medidas de seguridad, pues el 13 de mayo de 1981 estuvo al borde la muerte, cuando el turco Ali Agca lo hirió de tres balas en el abdomen en plena plaza de San Pedro.
A lo largo de su pontificado -casi 27 años, uno de los más extensos de la historia de la Iglesia- se pronunció por la paz y el entendimiento internacional, la defensa de los derechos humanos, la promoción de una gran Europa, la solidaridad entre el Norte y el Sur, la reconciliación con los judíos y el diálogo con los musulmanes y con otras confesiones. El papa, que había conocido tanto el nazismo como el comunismo, pidió en numerosas ocasiones perdón por los errores y horrores cometidos por los católicos en el curso de los siglos.
Adoptó una línea sumamente conservadora sin embargo en temas relacionados con el control de la natalidad, el aborto y el divorcio, ciertos sectores de la opinión pública criticaron su firme rechazo de los métodos anticonceptivos y del uso del preservativo, en un mundo donde el sida se cobraba millones de víctimas.
Presidentes entre los fieles
Varios jefes de Estado, incluido el rey Juan Carlos I de España, asistirán a la ceremonia de canonización de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II en la plaza de San Pedro del Vaticano.
Hasta el momento, han confirmado su presencia en el acto anunciado por el papa Francisco los presidentes de Polonia, Ecuador, El Salvador, Honduras, Paraguay, Lituania y Guinea Ecuatorial y el primer ministro de Ucrania. Los reyes de España, Juan Carlos y Sofía, llegarán hoy a Roma para asistir al día siguiente a la multitudinaria misa de doble canonización.
De América Latina, el presidente Rafael Correa encabezará la delegación de Ecuador que visitará Roma.
También ha confirmado su asistencia a la ceremonia el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, quien viajará acompañado de su esposa y una comitiva.