La Lima, Honduras.
La vieja estructura y falta de mantenimiento ha causado que varios jardines de niños y escuelas de este municipio se hayan convertido en una amenaza para los infantes y maestros.
Uno de esos es el kínder Juan Ramón Rodríguez de la comunidad de San José, en el excampo bananero de La Lima.
Por más de tres años, los padres y maestros han buscado en diferentes instituciones apoyo económico para cambiar el techo del inmueble, el cual se cae a pedazos.
Jazmín Reyes, directora del centro educativo, recordó que durante ese tiempo han buscado apoyo en entidades del Gobierno y no han tenido respuesta; entretanto, el asbesto y la deteriorada madera siguen cayendo. “Gracias a Dios cuando eso sucede no hay niños en el aula”.
La mentora, quien es pagada por la Municipalidad, explicó que en varias ocasiones han discutido el problema con los padres y han intentado recaudar algún fondo para hacer la reparación; pero se requiere mucho dinero y no tienen capacidad.
“Aquí estamos a la mano de Dios, tenemos la fe de encontrar a alguien que nos va a tender la mano y nos va a mejor el edificio”, se resignó la maestra.
Marina Castro, vecina de la aldea Valencia, informó que el problema del San José no es único, en su comunidad también enfrentan problemas en la escuela de ese lugar, cuando llueve todo se moja.
Juan Carlos Ávila, funcionario de la Municipalidad de La Lima, informó que ellos ya tienen conocimiento de todas esas necesidades y que para este año tienen programado reparar varias escuelas y la construcción de nuevas.
“Somos conscientes que el problema es delicado. Si no se presenta atraso alguno para este año, vamos a ejecutar ese tipo de mejoras en las escuelas de la zona, no tenemos una cifra de cuántos están en mal estado, pero sí son bastantes”, expresó.
En algunos de esos establecimientos los padres urgen también de muros para evitar los robos de equipo y otros objetos de valor. Se calcula que en Lima funcionan cerca de 50 instituciones educativas, públicas y privadas.
La vieja estructura y falta de mantenimiento ha causado que varios jardines de niños y escuelas de este municipio se hayan convertido en una amenaza para los infantes y maestros.
Uno de esos es el kínder Juan Ramón Rodríguez de la comunidad de San José, en el excampo bananero de La Lima.
Por más de tres años, los padres y maestros han buscado en diferentes instituciones apoyo económico para cambiar el techo del inmueble, el cual se cae a pedazos.
Jazmín Reyes, directora del centro educativo, recordó que durante ese tiempo han buscado apoyo en entidades del Gobierno y no han tenido respuesta; entretanto, el asbesto y la deteriorada madera siguen cayendo. “Gracias a Dios cuando eso sucede no hay niños en el aula”.
La mentora, quien es pagada por la Municipalidad, explicó que en varias ocasiones han discutido el problema con los padres y han intentado recaudar algún fondo para hacer la reparación; pero se requiere mucho dinero y no tienen capacidad.
“Aquí estamos a la mano de Dios, tenemos la fe de encontrar a alguien que nos va a tender la mano y nos va a mejor el edificio”, se resignó la maestra.
Marina Castro, vecina de la aldea Valencia, informó que el problema del San José no es único, en su comunidad también enfrentan problemas en la escuela de ese lugar, cuando llueve todo se moja.
Juan Carlos Ávila, funcionario de la Municipalidad de La Lima, informó que ellos ya tienen conocimiento de todas esas necesidades y que para este año tienen programado reparar varias escuelas y la construcción de nuevas.
“Somos conscientes que el problema es delicado. Si no se presenta atraso alguno para este año, vamos a ejecutar ese tipo de mejoras en las escuelas de la zona, no tenemos una cifra de cuántos están en mal estado, pero sí son bastantes”, expresó.
En algunos de esos establecimientos los padres urgen también de muros para evitar los robos de equipo y otros objetos de valor. Se calcula que en Lima funcionan cerca de 50 instituciones educativas, públicas y privadas.