El tradicional desfile de Acción de Gracias recorrió ayer por octogésima vez el centro de Manhattan con sus legendarios globos gigantes y con renovadas medidas de seguridad.
Con este desfile, que organizan cada año los grandes almacenes Macy’s, arranca en Estados Unidos la época de mayor consumo del año, así como la temporada de rebajas.
Este furor consumista ha hecho que el día posterior a Acción de Gracias se conozca como el Viernes Negro, porque es cuando tradicionalmente las tiendas y comercios abandonan los números rojos y entran en beneficios.
Considerada la fiesta nacional por excelencia, el día de Acción de Gracias cobra un especial simbolismo en Nueva York con el desfile de Macy’s, que atrae a millones de personas a la avenida de Broadway para ver los globos gigantes y las actuaciones de los artistas invitados.
Historia
En esta ocasión se celebra la 80 edición del desfile, que nació en 1924, pero que dejó de celebrarse entre los años 1942 y 1945, debido a la Segunda Guerra Mundial.
Las previsiones meteorológicas para ayer no eran muy favorables; los expertos pronosticaban lluvias y fuertes vientos, lo que suponía un gran peligro para la estabilidad de los globos gigantes, que tienen el tamaño de un edificio de cinco plantas.
Seguridad
El año pasado, un globo con la forma de las chocolatines MM fue arrastrado por el viento y tropezó contra una farola, una parte de la cual se desprendió y causó heridas a dos hermanas, de 26 y 11 años, que presenciaban el recorrido.
Las autoridades establecieron desde entonces normas de seguridad, que incluyeron el diseño de las farolas en la ruta del desfile y los encargados de sostener los globos recibieron entrenamiento adicional.