Esta ciudad fue el centro de dos de las más esperadas fiestas católicas del año: los 50 años del movimiento Cursillos de Cristiandad y la 35 edición de la Ultreya Nacional.
Ambos eventos, que cada año reúnen a miles de católicos nacionales y extranjeros en una región del país, este año se realizó en Danlí.
La bienvenida por parte del comité organizador se apreció en una colorida alfombra de aserrín, con la cual se adornaron las calles a inmediaciones del Museo Municipal.
De acuerdo con monseñor Juan José Pineda, el festejo religioso se traduce en fiesta para las diferentes esferas de la Iglesia Católica. “Con la celebración de la Ultreya está de fiesta la iglesia hondureña, la arquidiócesis de Tegucigalpa, la familia de Danlí, los cursillistas y todos aquellos que nos hemos congregado en este lugar, ya que esta actividad abre un círculo de bendiciones, pero el anuncio principal es que Dios vive en Honduras y los hondureños queremos vivir con Dios.
Elegidos
La preparación de los festejos de la Ultreya Nacional no es algo nuevo para el municipio de Danlí y para quienes conforman el Movimiento de Cursillistas, ya que según los más antiguos miembros del grupo católico, la actividad de colores se ha realizado en al menos cinco ocasiones en la comunidad.
Jorge Núñez, miembro del comité organizador, manifestó que los preparativos para festejar la actividad iniciaron desde hace un año en la comunidad.
La edición número 36 se desarrollará en la ciudad de Tocoa, en donde ya se han iniciado los preparativos para que el festejo religioso sea un éxito.
El coordinador del secretariado del Movimiento Cursillos de Cristiandad, Victoriano Lacayo, comentó que desde hace algunos meses se preparan para festejar la próxima Ultreya Nacional.
“El número promedio de personas que participan en la Ultreya es de más de 3,000 personas”, aseguró el entrevistado.
Este año llegaron a la ciudad de las colinas miembros del movimiento de Tocoa, Olancho, Bonito Oriental, San Pedro Sula, Comayagua, Márcala y Tegucigalpa, así como de Guatemala, El Salvador, México y Nicaragua.
La primera celebración de la Ultreya se celebró en Juticalpa en 1988 con el lema “Desde Olancho, Cristo y María bendicen a Honduras”.
Al cierre de la celebración, los visitantes participaron en una misa solemne precedida por el cardenal Óscar Andrés Rodríguez y varios obispos.
