Cientos de familias continúan damnificadas en varias comunidades de Urraco Pueblo, El Progreso. Desde hace seis días sus viviendas permanecen anegadas; sin embargo, hasta la fecha no han recibido ayuda.
Las comunidades afectadas son los barrios El Guay, El Porvenir y Las Champas.
“La tierra es mi única fuente de trabajo y perdimos varias siembras de maíz. No tengo con qué darles de comer a mis hijos”, lamentó Hermelindo Espinoza, quien tiene bajo su responsabilidad a su esposa y siete hijos.
El señor de 64 años de edad comentó que ésta es la tercera ocasión en que se inunda su vivienda, dejándole como resultado pérdidas en sus cultivos.
Espinoza indicó que lo único que pudo rescatar fueron unos 10 costales de maíz, sus gallinas y dos cerdos que permanecían en el patio de su casa.
En el abandono
Ante la falta de ayuda de las autoridades, los afectados se han apoyado entre ellos mismos brindándole posada a las personas cuyas viviendas están inundadas.
Otras familias permanecen a la deriva en los pasillos de la escuela José María y algunas han construido pequeñas casas de cartón y lámina en las partes altas de la comunidad.

Muchos permanecen en los pasillos de una escuela. Las aulas del inmueble están cerradas, obligando a niños y adultos a pasar las noche a la deriva.
Los afectados se han mantenido en vigilia desde el viernes anterior, esperando a que las aguas bajen para poder limpiar sus viviendas.
Contaminación
El riesgo que enfrentan los pobladores es evidente. La contaminación y las plagas causadas por las aguas estancadas atentan contra la salud de las familias afectadas.
“Ésta es una contaminación insoportable, el quinel se rebalsa con la lluvia y sus aguas inundan nuestras casas”, manifestó Olivia Barahona, de 56 años de edad.
Cifra
400 familias
Se encuentran damnificadas y sin ningún tipo de apoyo de las autoridades gubernamentales.

El temor a perder sus pertenencias obliga a decenas de familias a permanecer en sus viviendas, pese a estar anegadas, exponiendo su salud y su vida.