18/04/2024
09:55 PM

Crisis energética fue provocada para acelerar pago a térmicas: Stenee

Representantes del sindicato aseguran que las “crisis son ficticias” y un chantaje para obtener el pago de la millonaria deuda que el Estado tiene con generadores.

Tegucigalpa, Honduras.

Los racionamientos anunciados por las autoridades de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) y la paralización de varias plantas de generación térmica no fueron más que una cortina de humo para presionar al Gobierno a pagar la millonaria deuda que arrastraba con los generadores de energía, denunciaron ayer expertos y miembros del sindicato.

Ángel Barahona, vicepresidente del Colegio de Ingenieros Mecánicos, Eléctricos y Químicos de Honduras (Cimeqh), dijo que estas empresas tuvieron que ejercer presión para que el Gobierno cancelara la deuda de más de 9,000 millones de lempiras que tiene con ellas.

“No es que sea chantaje; si efectivamente las térmicas tuvieron que ejercer una presión porque se les debe dinero, eso es innegable y hay que pagarles, eso no se puede ocultar”, indicó.

Lo que llama la atención es que un día después del anuncio de los cortes de energía nacionales, el Congreso Nacional aprobó la emisión de bonos por 250 millones de dólares, facultando a la Enee a emitir los títulos valores en moneda nacional para honrar las deudas con los productores de energía.

Estos valores podrán ser colocados en dólares estadounidenses pagaderos en esa misma moneda o en moneda nacional cuyas características y condiciones serán definidas de acuerdo con las condiciones de mercado local que establezca el despacho de Finanzas y se fijen en el reglamento.

El decreto señala: “Esos bonos podrán servir de garantía para que por medio de los fideicomisos se desarrollen instrumentos financieros viables de ser colocados en el mercado local o internacional y que tengan como garantía fiduciaria subyacente esta emisión de bonos”.

Estos bonos serán cancelados con los flujos que administren los fiduciarios; en este caso específico se deducirá el servicio de esta deuda antes de transferir el excedente a la Enee. Además, el destino exclusivo de esa emisión es el saneamiento de las obligaciones de la Enee con participantes productivos locales del subsector eléctrico y para cubrir insuficiencias de caja en las compras nacionales de energía.

Desde hace unos 10 años, el Gobierno financia el déficit de la Enee más o menos con 1.5% del producto interno bruto (PIB). Barahona dijo que con ese monto no se está saldando la mora y el Gobierno está acumulando más, lo cual produce un círculo vicioso, por lo que se debe buscar la medida correcta. “Creo que con eso solo se está pagando una parte, solo la mitad porque nunca dan números exactos; siempre queda una deuda y seguimos acumulándola”.

Problema de gestión

Barahona apuntó que esta crisis no solo es por la mora con los generadores de energía térmica, sino también de gestión gerencial de la empresa porque no ha podido establecer planes para la toma de decisiones idóneas y orientar para poder salir de estas circunstancias.

“Para mí, esta crisis es un combinación de situaciones e incluso sospechosamente la misma dirigencia de la Enee lo ha llevado a cabo. Por ejemplo, desde 2012 están paradas las térmicas de La Ceiba y Puerto Cortés”.

El caso de La Ceiba es crítico porque provoca apagones y mal servicio eléctrico para toda la gente del litoral atlántico y la solución es reparar la planta para que empiece a generar y estaría lista en seis meses.

“Las han dejado tiradas para que vengan compañías privadas a generar allí y ofrezcan contratos lesivos porque buscan vender el kilovatio lo más caro posible”.



Intervención en la Enee

Debido a las innumerables anomalías en la estatal eléctrica, el experto dijo que las autoridades de justicia deberían actuar de oficio para investigarlas todas.

“La Fiscalía debería actuar de oficio en un montón de denuncias y situaciones irregulares. Deberían intervenir la Enee también porque ha habido un montón de situaciones anómalas”, exigió Barahona.

Recordó el caso de la empresaria y exembajadora de Honduras en Egipto y Japón, Nadina Lefebvre, quien denunció que Emil Hawit, gerente de la Enee, le solicitó siete millones de dólares por la aprobación de su proyecto de energía renovable en la zona atlántica del país. Indicó que si la empresaria lo inventó, tenía que ser procesada porque no se puede mentir públicamente y si Hawit era responsable, también tenía que enfrentarse a la justicia.

“No se pueden dejar cosas en el aire. Eso deja un montón de suspicacias. Por ejemplo, antes de entrar en vigor la Ley de Energía corrieron a aprobar 560 megavatios cuando tenían que esperar que vayan a licitación pública”.

La aprobación de esos contratos causó opiniones adversas porque se ejecutó días antes de que entrara en vigor la nueva Ley de la Industria Eléctrica que obliga a licitar todos los proyectos de generación de electricidad.

Crisis no son reales

“Las crisis son ficticias. Hemos detectado que son un chantaje de los térmicos por sacar el dinero aprobado por el Congreso, que fueron 250 millones de dólares para pagarles parte de la deuda de 9,000 millones de lempiras”, explicó Ángel Hernández, miembro de la junta central del Sindicato de Trabajadores de la Enee (Stenee).

Reconoció que también ha faltado planificación de los ejecutivos de la Enee porque si se sabía que este año habría sequía, debió existir un plan para afrontar la crisis.

“Es importante aclarar que no porque ya entraron en generación 230 megas ya está resuelto el problema; de ninguna manera. Falta todavía un poco más para nivelar la demanda con la capacidad instalada”.

Una de las soluciones que plantea el Stenee es agilizar los trámites de los proyectos aprobados para producir energía hidroeléctrica; por ejemplo los que están en construcción, como Patuca I, II y III, que siguen paralizados.

Los embalses

Percy Buck, exsubgerente de planificación de la Enee, se refirió a la situación de las represas. “Los embalses tienen recursos plurianuales, que proyectan la generación de los dos o tres años siguientes y desde 2011 han sido años promedio y si se hubiese utilizado la cantidad de agua que ingresó, El Cajón habría terminado con el mismo nivel”. Sostiene que lo primero es cubrir con aportes mínimos la demanda energética y completar el resto con energía térmica y si la generación mejora, se usa más la hidro; pero no se puede gastar más de lo que se ha recibido porque el embalse termina vacío.

En cuanto a si reducirá o no la factura para los abonados a causa de los apagones, Rolando Castillo, jefe de la División de Control de Contratos de la Enee, explicó que no se puede esperar gran rebaja en la factura porque al final los usuarios harán las mismas actividades, pero a diferente hora.

Estimó que no habrá mucha reducción en el consumo, que puede oscilar entre 20 y 30 lempiras en usuarios que hayan recibido racionamientos.

“Es muy difícil que se refleje. Va a ser entre 20 y 30 lempiras y no es mucho; no va a ser un impacto grande porque, con los racionamientos, la gente hacía sus actividades a otras horas”.