Después de los desastres ocasionados por las lluvias en este departamento, el Gobierno no ha llevado a cabo labores de recuperación en la zona, donde varios puentes resultaron destruidos, áreas de cultivo están dañadas y muchos pobladores aún permanecen en albergues a la espera de que se cumpla la promesa gubernamental.
El presidente Manuel Zelaya y varios ministros que llegaron a este departamento prometieron la reactivación de la zona, sin embargo, a más de 50 días todo sigue igual.
Uno de los municipios más afectados en su economía es Trujillo, pues varios productos no llegan a este municipio y los vendedores que circulan por la carretera de la margen izquierda, por donde ahora deben transitar debido a que aún no habilitan el puente sobre el río Chapagua, son víctimas de asaltos.
'Ya muchos productos no están a la venta porque los carros distribuidores no quieren venir por el riesgo que representa transitar por la carretera y los constantes robos', dijo José Rodríguez, comerciante local.
En esta ciudad los hoteles están vacíos, varios restaurantes están cerrando, el desempleo aumenta cada día y la actividad turística casi está desapareciendo. Llegar a Trujillo por tierra es una odisea.
En Tocoa aún no se reparan los bordos que se llevó el río.
La amenaza de inundaciones en varias colonias de la ciudad persiste y todavía no reconstruyen las viviendas de quienes resultaron damnificados.
En Sabá los dos puentes que se dañaron siguen igual, no hay repuesta por parte de la Secretaría de Transporte y Vivienda, Soptravi.
En la comunidad de El Sastre más de 50 viviendas desaparecieron y sus habitantes siguen en albergues. La gobernadora política de Colón, Florinda Galo, dijo que en enero comenzará la instalación del puente de metal sobre el río Charagua.