19/12/2025
09:17 PM

Casa de la Cultura, modelo a seguir en Honduras

La Casa de la Cultura de Santa Rosa de Copán es sinónimo de visión, proyección y trabajo generado con la participación de varios sectores de la sociedad.

La Casa de la Cultura de Santa Rosa de Copán es sinónimo de visión, proyección y trabajo generado con la participación de varios sectores de la sociedad.

Su labor ha llamado la atención de países como Finlandia, que ha financiado el programa 'Santa Rosa viva el arte' y proyectos en barrios marginales que despiertan la vocación artística de niños y niñas.

Los pequeños han dado rienda suelta a la imaginación para mostrarnos ese tesoro escondido en los talleres que lleva a cabo la Casa de la Cultura.

Arte

Santa Rosa de Copán es una ciudad con brote artístico que sabe conjugar muy bien su patrimonio colonial con el derroche cultural, convirtiéndola en un modelo que traspasa fronteras.

Desde temprano por la mañana, los salones comienzan a recibir a los alumnos de los talleres.

Se abre el telón y las muestras artísticas comienzan en este antiguo edificio que forma parte de la historia de la ciudad.

La credibilidad del trabajo de esta casa ha generado la confianza no sólo del sector gubernamental, sino de agentes financieros, colaboradores, empresarios fuerzas vivas y gobierno local.

'Ha sido un proceso que hemos consolidado, al grado de que ésta es la primera Casa de la Cultura que administra sus fondos.

Mediante un convenio, la Secretaría de Cultura destina anualmente un fondo manejado directamente para suplir todas las necesidades en la actividad cultural.

Esto es parte del proceso de descentralización', manifestó René Escalón, director de la Casa de la Cultura.

Hay varios programas de educación artística; los alumnos, con instrumentos de viento, fomentan su vocación. Este programa es apoyado económicamente por el gobierno local y el Programa de Voluntarios de la Cooperación de Japón, Jica. Hay 22 niños y jóvenes que reciben clases, lo cual se complementa con los talleres-cursos libres de guitarra y piano.

Otra área vital es la de artes plásticas, que busca despertar la creatividad de los niños y jóvenes en técnicas como el dibujo a lápiz, la acuarela, la pintura y el óleo.

Participan en los talleres 38 niños y jóvenes y los voluntarios de Japón dedican su tiempo a desarrollar destrezas en los participantes.

Las clases de danza iniciaron en 1997. Los padres pagan una cuota simbólica que se destina al pago de maestras. Son 35 niñas y 9 señoritas.

La biblioteca abarca toda la gama de servicios se desarrollan desde este centro de impulso cultural. Se promueven talleres de idioma extranjero, literatura y motivación a la lectura.

Europa

Finlandia y España han creído en el proceso de formación de la Casa de la Cultura y muchas de las representaciones artísticas resumen la vida de ese pasado colonial que engalana a la ciudad cultural de Honduras.

España ha financiado durante seis años de la remodelación del caso histórico de la ciudad.

Francia también ha dado su confianza y por años mantuvo las jornadas de intercambio que permitían a niños y niñas copanecos viajar a ese país para estar en contacto durante un mes con la cultura francesa y conocer su cultura.

La Casa de la Cultura es el mejor ejemplo de la semilla cultural que no muere en esta tierra, cuna de compositores y escritores de la talla de Lucila Gamero de Medina.

El aroma de café se combina con la buena lectura, una poesía o la música clásica o de marimba que desde este sitio envía sus sonidos en señal de que la manifestación artística no muere, sino que vive y se queda para siempre en esta ciudad occidental.