San Pedro Sula, Honduras.
La carga tributaria y los altos costos de operatividad provocaron el cierre del pequeño taller de mecánica de Rodolfo Salazar (50), que por más de 21 años representó su única fuente de ingresos.
Don Rodolfo recuerda que en los tiempos de bonanzas llegó a tener bajo su mando más de 15 empleados; pero hace unos meses tuvo que clausurar su negocio y declararse en bancarrota.
“La carga tributaria es enorme, ya no podía cumplir con los pagos. A eso se sumó que las ventas ya no estaban bien. Muchas veces me retrasé con el sueldo de los trabajadores y por eso muchos se fueron. Comencé a pagarles por obra porque estaba facturando todos los meses en rojo; pero de diez carros que reparamos diarios pasamos a dos por semana”, relata con tristeza.
Al poco tiempo tuvo que despedir a todos y comenzar a trabajar solo.
Solo trabaja en reparaciones sencillas porque solo cuenta con unas cuantas herramientas.
“Las demás las tuve que empeñar para cumplir con las deudas que arrastro del negocio y por el cual estoy en la central de riesgo”, menciona.
Este es solo uno de los cientos de casos de mipymes que han desaparecido y desaparecerán como repercusión de una economía deprimida y “una carga tributaria asfixiante”.
La carga tributaria y los altos costos de operatividad provocaron el cierre del pequeño taller de mecánica de Rodolfo Salazar (50), que por más de 21 años representó su única fuente de ingresos.
Don Rodolfo recuerda que en los tiempos de bonanzas llegó a tener bajo su mando más de 15 empleados; pero hace unos meses tuvo que clausurar su negocio y declararse en bancarrota.
“La carga tributaria es enorme, ya no podía cumplir con los pagos. A eso se sumó que las ventas ya no estaban bien. Muchas veces me retrasé con el sueldo de los trabajadores y por eso muchos se fueron. Comencé a pagarles por obra porque estaba facturando todos los meses en rojo; pero de diez carros que reparamos diarios pasamos a dos por semana”, relata con tristeza.
Al poco tiempo tuvo que despedir a todos y comenzar a trabajar solo.
Solo trabaja en reparaciones sencillas porque solo cuenta con unas cuantas herramientas.
“Las demás las tuve que empeñar para cumplir con las deudas que arrastro del negocio y por el cual estoy en la central de riesgo”, menciona.
Este es solo uno de los cientos de casos de mipymes que han desaparecido y desaparecerán como repercusión de una economía deprimida y “una carga tributaria asfixiante”.
Una pesada cruz
Luis Larach, exvicepresidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), dice que en este momento cualquier impuesto, por pequeño que sea, representa un peso grande para las mipymes que “mes a mes están registrando pérdidas”.
El empresario calcula que los negocios destinan más de un 50% de sus utilidades en el pago del impuesto sobre la renta, venta, permisos de operación, pago por uso de publicidad en los negocios, luz, agua y arriendo, entre otros.
En sectores como la construcción, agroindustria, agricultura, que son los que más dan empleo, estos pagos representan el 80% de su partida presupuestaria.
Otro factor que afecta a las mipymes es la competitividad en relación con el resto de países de la región.
“Muchos productos que se elaboran aquí se están importando y comercializando a precios más bajos debido a la baja carga impositiva que tiene el sector privado extranjero”, indica Larach.
Se van de la ciudad
Esperanza Escobar, secretaria de la Asociación Nacional de Medianos y Pequeños Industriales de Honduras (Anmpih), refiere que muchas mipymes han decidido emigrar a ciudades aledañas como Villanueva, Choloma y La Lima, adonde los costos de operación y las cargas tributarias son más bajas que las que registra la capital industrial.
“Con el aumento de los impuestos que refleja el nuevo Plan de Arbitrios municipal, que entró en vigor en enero de este año, los pagos a la Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI) y los altos costos que pagamos por la energía, muchas empresas que iniciaron operaciones en la ciudad entraron en una crisis severa y se vieron obligadas a cambiar de domicilio”, apunta.
La empresaria recalca la importancia del apoyo financiero a las mipymes para evitar el cierre de más negocios este año.
