Unas 600 cámaras de seguridad instaladas entraron en funcionamiento esta semana en diferentes puntos de la capital.
La extrema medida que ha adoptado la Secretaría de Seguridad busca reducir la elevada violencia y la criminalidad que azota sin piedad las ciudades gemelas.
Estos aparatos han sido colocados en las principales intersecciones, bulevares y zonas de alto tráfico para proteger a la mayor cantidad de capitalinos.
La primera etapa ya entró en funcionamiento el lunes anterior.
Los aparatos son operados desde una moderna plataforma tecnológica que permitirá, en dos meses, observar cualquier tipo de delito cometido en la vía pública. Cada cámara tiene un alcance de 270 grados de movimiento.
“Son 600 cámaras que están siendo ubicadas en puntos estratégicos para permitirnos regular cualquier acto ilícito contra los ciudadanos”‚ aseguró Héctor Iván Mejía, vocero de la Secretaría de Seguridad.
Esta plataforma trabajará simultáneamente en Tegucigalpa y San Pedro Sula.
La Policía Nacional estima que será difícil que los delincuentes destruyan estos equipos porque son a prueba de balas.
