La pequeña Keilin Melissa Villafranca Mejía tenía apenas unos días de haber venido al mundo cuando tuvo que ser operada debido a los problemas de malformación congénita con los que nació.
Su padre Luis Felipe Villafranca, con anhelo de que la operaran en el Hospital Materno Infantil de Tegucigalpa, capital de Honduras, y que tuviera una vida normal autorizó una cirugía de colon, la cual salió muy bien, pero no imaginaban que una supuesta negligencia médica provocaría graves quemaduras en la parte baja de la espaldita de la bebé.
Aunque el hecho ocurrió el pasado mes de noviembre, el caso aún es investigado por una comisión del Materno Infantil de Tegucigalpa que busca comprobar si hubo negligencia o fue un accidente en la sala de cirugía.
La pequeña fue dada de alta tras dos meses de observación y tratamiento.
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Tras las quemaduras, la bebé permaneció casi dos meses en recuperación tras las fuertes quemaduras que recibió.
Los familiares, originarios del departamento de Olancho, sospechan que la bebé se pudo haber quemado por los bombillos de las lámparas instaladas para darle calor.
'Si la coordinación de la junta investigadora comprueba culpabilidad podrían haber sanciones administrativas y hasta penales', dijo la vocera.