Las nuevas políticas migratorias que Estados Unidos comenzó a implementar a principios de junio están logrando el objetivo de disminuir el ingreso irregular de migrantes, según informan las autoridades estadounidenses.
Las estadísticas recientes muestran una notable reducción en los encuentros con migrantes en la frontera, atribuidos a las medidas restrictivas anunciadas por el presidente Joe Biden. La aplicación de estas políticas ha resultado en un descenso del 29% en las detenciones de la Patrulla Fronteriza en junio en comparación con mayo, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP).
Para los migrantes hondureños, el impacto ha sido evidente. En junio, las aprehensiones de hondureños en la frontera entre México y Estados Unidos se redujeron significativamente. La CBP reportó un total de 8,896 hondureños detenidos, un 14% menos que los 10,459 registrados en mayo, alcanzando el nivel más bajo desde 2022.
Desglosando las cifras, 3,680 adultos viajaban solos, 3,657 formaban parte de unidades familiares, y 1,559 eran menores no acompañados. Comparado con junio de 2023, estas cifras representan una disminución del 41% y un 30% menos en comparación con junio de 2022.
Luis Miranda, subsecretario adjunto principal de Comunicaciones en el Departamento de Seguridad de Estados Unidos, comentó sobre el efecto de estas medidas en una reciente conferencia de prensa. “En junio, llegaron 6,451 hondureños a la frontera, un número mucho menor que los 42,000 que intentaron ingresar en junio de 2021,” destacó Miranda, subrayando la efectividad de las nuevas políticas.
Cambio de patrones en los migrantes
Entre enero y junio de este año, la CBP ha registrado un total de 58,106 hondureños detenidos, lo que representa el 69% del total de detenciones realizadas en los primeros seis meses de 2023, cuando se registraron 83,666 detenciones. Este descenso en las cifras indica un cambio significativo en los patrones migratorios de los hondureños.
A pesar de que las políticas migratorias han resultado en más de 70,000 deportaciones de personas de diversas nacionalidades, en Honduras no se ha visto un aumento significativo en el número de retornados. Desde el 1 de enero hasta el 7 de julio, las estadísticas del Instituto Nacional de Migración (INM) indican que 20,256 hondureños han sido deportados, con la mayoría provenientes de Estados Unidos (15,155) y México (4,476).
El flujo de deportaciones ha mantenido una tendencia estable. Entre enero y abril, en promedio, regresaron al país 3,000 hondureños por mes. En mayo, esta cifra disminuyó a 2,783, para luego aumentar ligeramente a 2,973 en junio. En los primeros siete días de julio, se reportó el retorno de 775 hondureños.
César Castillo, director del Observatorio de Migración de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), señaló que Estados Unidos no siempre retorna a los migrantes a sus países de origen, sino que a menudo los envía a México, donde muchos esperan otra oportunidad para cruzar la frontera.
“La disminución en las capturas no significa necesariamente que menos personas están migrando. Estados Unidos está cerrando más sus fronteras y retornando a las personas capturadas a México y otros países,” explicó Castillo.
Honsuras ya no es exportador de migrantes
Wilson Paz, director general de Protección al Hondureño Migrante de la Secretaría de Relaciones Exteriores, sostiene que los flujos migratorios han disminuido notablemente.
“Las detenciones de hondureños en la frontera sur de Estados Unidos han caído significativamente, y ahora estamos en el séptimo lugar en términos de nacionalidades detenidas,” afirmó Paz.
Paz atribuye esta reducción no solo a las políticas de Estados Unidos, sino también a los esfuerzos del gobierno hondureño bajo la presidencia de Xiomara Castro, que está trabajando para mejorar las condiciones de vida en el país. “Estamos avanzando en la inversión pública para ofrecer a los hondureños mejores oportunidades y reducir la necesidad de migrar,” concluyó.