Tegucigalpa, Honduras.
La reforma educativa que abolirá el Bachillerato en Ciencias y Letras a partir de 2015 para dar paso al Bachillerato en Humanidades es un “maquillaje” que no resuelve los problemas de fondo del sistema.
Este nuevo esquema se diseñó de forma improvisada a tal grado que no hay ni siquiera maestros calificados para impartir las nuevas clases incorporadas al nuevo plan de estudios, dijo el presidente de la Federación de Centros Educativos Privados, Carlos Sabillón.
“Lo que han hecho es una reforma, pero solo reforma de maquillaje, han creado clases para las que no hay profesores preparados, por ejemplo, no hay maestros para clases como Proyectos Científicos, de Lógica, no hay profesores”, señaló Sabillón.
De igual manera, el Bachillerato en Humanidades dividirá los períodos académicos en dos semestres y en cada uno de ellos se impartirán clases exclusivas para cada período, lo que fomentará la reprobación de alumnos, dice el dirigente.
Según Sabillón, un estudiante que repruebe una materia en el primer semestre puede llevar esa clase retrasada en el segundo semestre; pero si reprueba en más de una ya no podrá seguir estudiando.
Durante 2014, algunos centros educativos comenzaron a dar clases bajo el nuevo bachillerato y se ha registrado un incremento de alumnos aplazados, dijo.
Para darles una oportunidad a estos estudiantes aplazados, la Secretaría de Educación determinó meterlos “de colada” en una “escuelita” que se formó para dar clases a los menores migrantes retornados que abandonaron sus estudios por salir del país para viajar ilegalmente a Estados Unidos.
“Puede que la intención sea buena, pero no está bien pensada ni consultada, porque por lo menos a nosotros, los centros privados, nunca se nos llamó para que trabajáramos en este currículum”, acotó.
No obstante, Sabillón consideró que el Bachillerato en Humanidades contiene algunos aspectos positivos como el hecho de que ahora todas los alumnos de décimo grado tendrán un “núcleo común” de clases, independientemente del tipo de carrera que estudien.
La reforma educativa que abolirá el Bachillerato en Ciencias y Letras a partir de 2015 para dar paso al Bachillerato en Humanidades es un “maquillaje” que no resuelve los problemas de fondo del sistema.
Este nuevo esquema se diseñó de forma improvisada a tal grado que no hay ni siquiera maestros calificados para impartir las nuevas clases incorporadas al nuevo plan de estudios, dijo el presidente de la Federación de Centros Educativos Privados, Carlos Sabillón.
“Lo que han hecho es una reforma, pero solo reforma de maquillaje, han creado clases para las que no hay profesores preparados, por ejemplo, no hay maestros para clases como Proyectos Científicos, de Lógica, no hay profesores”, señaló Sabillón.
De igual manera, el Bachillerato en Humanidades dividirá los períodos académicos en dos semestres y en cada uno de ellos se impartirán clases exclusivas para cada período, lo que fomentará la reprobación de alumnos, dice el dirigente.
Según Sabillón, un estudiante que repruebe una materia en el primer semestre puede llevar esa clase retrasada en el segundo semestre; pero si reprueba en más de una ya no podrá seguir estudiando.
Durante 2014, algunos centros educativos comenzaron a dar clases bajo el nuevo bachillerato y se ha registrado un incremento de alumnos aplazados, dijo.
Para darles una oportunidad a estos estudiantes aplazados, la Secretaría de Educación determinó meterlos “de colada” en una “escuelita” que se formó para dar clases a los menores migrantes retornados que abandonaron sus estudios por salir del país para viajar ilegalmente a Estados Unidos.
“Puede que la intención sea buena, pero no está bien pensada ni consultada, porque por lo menos a nosotros, los centros privados, nunca se nos llamó para que trabajáramos en este currículum”, acotó.
No obstante, Sabillón consideró que el Bachillerato en Humanidades contiene algunos aspectos positivos como el hecho de que ahora todas los alumnos de décimo grado tendrán un “núcleo común” de clases, independientemente del tipo de carrera que estudien.
