Tegucigalpa, Honduras.
El pequeño Ángel Sady Flores, de cuatro años, es un niño encantador y muy platicador.
Él es uno de los cinco niños que este año dan testimonio de sus grandes logros gracias a la Fundación Teletón aunque desde sus primeros meses de vida, sus días no fueron fáciles. Cuando apenas tenía ocho meses de edad, sus padres Sady Flores y Doris Lagos llevaron al pequeño Ángel a la Fundación Teletón después de haber iniciado una dura lucha contra el mielomeningocele que afectó su formación en el vientre de su madre.
“Tuve un sangrado, me hicieron un ultrasonido y el doctor me dijo que tenía que ir de emergencia al Materno (Infantil) para que me indujeran el parto porque Angelito ya quería nacer y yo no tenía dolores”, recordó Doris, su madre. “Me tomaron la presión y tenía síntomas de preclancia y las palpitaciones de Angelito se estaban disminuyendo”, agregó.
De emergencia, Doris fue sometida a una cesárea y en menos de cuatro horas le habían informado que el menor tenía un diagnóstico de mielomeningocele y que debía ser operado para instalar una válvulas y evitar el desarrollo de hidrocefalia.
“Yo desconocía la enfermedad, él estuvo en cuidados mínimos y desde ahí fue un camino difícil porque traía malos los tiempos de coagulación también, luego una crisis de bronquitis”, detalló. “Una doctora me dijo: ‘así se ponen (enfermos) y después mueren’, sentí un dolor terrible, no lo quería perder”, expresó.
Sin embargo, su historia no sería esa, ya que Ángel fue sometido de forma exitosa a su primera cirugía de columna para cerrar la abertura y proteger la bolsa nerviosa. “Él nació el 10 de noviembre, el 24 de diciembre me lo dieron de alta ya estabilizado, semanas después la Fundación Sun Life me ayudó con el médico, revisó el TAC cerebral y me dijo que Angelito necesitaba la válvula”, recordó.
Afortunadamente para la familia Flores Lagos, Ángel logró salir bien de la operación y pequeños movimientos en sus piernas dieron la esperanza del camino de su recuperación. “Para nosotros fue bien difícil, él lloraba cada vez que iba a sus terapias, fue difícil aceptar todo esto porque uno lo que más espera es un niño sano”, comentó Sady, padre de Ángel.
“Lo aceptamos porque si Dios lo mandaba así era un proyecto para nosotros difícil, porque no contábamos con recursos económicos”, manifestó. Confiados en la ayuda de Dios y de las terapias de Teletón, la familia Flores inició la ruta que llevó a Ángel a poder caminar con el apoyo de sus bastones.
“Así fue como empezó Ángel en Teletón, lo primero que me dijeron en Teletón es por qué llevaba a Ángel y yo les dije: yo tengo la fe y la esperanza en Dios y en Teletón de que mi hijo aquí va a aprender a caminar”, recordó. Hoy en día el pequeño Ángel sueña con ser un granjero porque, según él, le “gustan muchos los animales”.
