San Pedro Sula, Honduras
Cada vez que llueve el altar mayor de la catedral San Pedro Apóstol se moja debido a que las lozas del techo ya dieron su vida útil.
Los vitrales necesitan ser cambiados porque por ahí también se filtra el agua y las paredes están dañadas por la humedad.
La construcción de la catedral de San Pedro Sula se inició el 7 de agosto de 1949 y duró 38 años, el 27 de septiembre de 1987 fue inaugurada y bendecida.
La última restauración que se le hizo al edificio fue en 2001 cuando el padre José María Crespo fundó el comité pro construcción de la catedral.
Hace aproximadamente cinco años se impermeabilizó la loza del techo, pero con el paso del tiempo se ha deteriorado.
“Este año cundió la alarma con las primeras tormentas porque las uniones de los vitrales ya caducaron y la catedral se inunda cada vez que hay una tormenta fuerte y no solo son los rincones, sino que también el altar mayor”, dijo José Antonio Canales, párroco de la iglesia. Para restaurar el segundo templo católico más grande del país se necesitan unos cinco millones de lempiras. Es por ello se ha creado el Comité Pro Catedral para recaudar fondos para restaurarla y embellecerla.
“La catedral es un símbolo y el edificio más bello de la ciudad. Queremos restablecer las pinturas porque ha aparecido humedad en las paredes que las ha deteriorado”, refirió el sacerdote.
El comité ha abierto las cuentas 200004120921 de banco Ficohsa, 11201016070-1 de Occidente, 01001-004306-0 de Banpaís, 20111005104 de Banco Atlántida y 2011567201 de Davivienda para que los sampedranos hagan sus aportaciones.
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