Héctor Ferreira conoce muy bien la Asociación de Ganaderos y Agricultores de Sula (Agas). Desde su infancia, como nieto de uno de los fundadores y más recordados directivos, hasta ahora a sus 40 años como presidente de la junta directiva, la dedicación y entrega a una de las asociaciones independientes más grandes de Honduras es evidente.
A través de un ambicioso proceso de reestructuración, cada año aumenta la cantidad de personas de todo el país que asisten a las festividades en el Agas.
Es gracias al apoyo de mi familia que me ha dado la opción de andar en todos los compromisos gremiales, originados del principio de servir al prójimo. Vengo de una familia que ha sido servidora. Mi abuelo (Héctor Sabillón Cruz) siempre servía a las personas, y mi madre ha sido una mujer que ha ayudado a todo aquel que lo necesita. En mi propia experiencia, empecé siendo un cipote como directivo de Agas y hoy en día, los productores de leche del país me han confiado la presidencia de la Cámara Hondureña de la Leche (Cahle) y también me han dado la confianza para estar en la junta directiva como primer vocal en la Fenagh.
Podríamos hablar que soy la cuarta generación, digo porque el papá de mi abuelo en los años 20 compró unas vacas. De ahí compra una ganadería bastante grande en Santa Cruz de Yojoa, la cual por el pecado mortal de la reforma agraria tuvo que casi regalar las tierras y después decidió pasar la parte de San Buenaventura, Cortés donde estamos y combinamos con el centro turístico Pulhapanzak. Hemos logrado mantenernos como criadores de pardo suizo.
Durante mi infancia, mi papá era futbolista y lo hacía los fines de semana, y mi abuelo trabajaba en Alcom. Los sábados en la mañana tenía permiso de jugar fútbol y en la tarde preparar la finca para trabajar hasta el domingo todo el día. Fue una infancia bastante bonita y sana, esa es una de las cosas que me ha empujado más a liderar el Agas y darme cuenta que es básico que las nuevas generaciones se vayan identificando con el trabajo del campo para que podamos sacar adelante el sector.
Buena pregunta. No me equivoqué en la decisión de retirarme de jugar fútbol e irme para la finca. Recordemos que el fútbol se acaba con la edad, la finca sigue. Espero que mis hijos puedan seguir el legado de mi bisabuelo y convertirse en la quinta generación de ganaderos.
Ya no podemos seguir produciendo como producíamos antes, con extensiones inmensas. Ahora tenemos que trabajar intensamente y tecnificarnos porque es la única salida que tenemos para estar al lado de productores grandes a nivel mundial. Es difícil, considerando que el acceso a la tecnología y el crédito es bastante pesado en el país. La cultura del productor hondureño creo que es bien difícil porque no queremos aceptar que estamos cometiendo los mismos errores desde hace 40 años. Debemos cambiar eso, es por eso que como presidente de la Cahle me he enfocado en tratar de conseguir fondos para capacitar a los productores para que puedan tener un acceso a un mercado, aunque sea exigente, pero de mejor calidad y pueda tener mejor pago de productos.
El sector informal tiene muchas oportunidades, hay que hacerle conciencia a los productores artesanales que mientras no se pongan en orden vamos a seguir con el mismo sube y baja de precios. Un mundo ideal sería que todos los productores pudieran mantener precios estables todo el año y que el consumidor final pueda tener un consumo estable.
Creo que nos está yendo bien, pero nos podría ir mejor. En ese aspecto la burocracia nos ha ganado. Ciertos productores no saben cómo acceder a la exoneración, y por eso es que con la Cahle, las asociaciones y la Fenagh estamos tratando de indicar al productor qué camino debe tomar para conseguir este beneficio.
Cuando tomé las riendas del Agas en febrero de 201 5 y salió mi primera entrevista como presidente, me llamó una persona que aprecio mucho, que es un tío y me dijo ‘hijo lo felicito, muy buena intervención, sobre todo saber que un presidente de una asociación se levanta temprano, no se queda dormido hasta tarde. Hay tres personas importantes en San Pedro Sula: el alcalde, el presidente de la Cámara de Comercio y el presidente del Agas’.
En ese momento no lo asimilé y hasta ahora me doy cuenta de la influencia y la responsabilidad que llevo en mis hombros.