Los incrementos a los precios de los materiales de construcción sólo provocan que los más pobres construyan sus casas en sus sueños o bien en zonas marginadas de los servicios básicos.
Uno de los materiales que más incide en la construcción es el cemento, que representa el 18 por ciento en el valor final de una vivienda, y el anunciado incremento de al menos 7 lempiras a la bolsa a partir de enero próximo, sólo permitirá aumentar el marginamiento y el déficit habitacional.
Los constructores recomiendan al gobierno estabilizar los precios. Mientras tanto, la Secretaría de Finazas tampoco tiene definidas cifras para subsidiarle casas a los pobres.
El déficit habitacional del país es de unas 700 mil casas, eso tomando en cuenta las viviendas que tienen más de 30 años de construcción y que por lo tanto sufren avanzado estado de deterioro.
El Banco Interamericano de Desarrollo, BID, establece en un estudio que la mayoría de los hondureños que no puede acceder a los mercados formales de vivienda se ve obligada a encontrar un terreno sin título adecuado, sin servicios, y por eso construye con su propio esfuerzo.
El estudio agrega que el 70 por ciento de la viviendas se construye fuera del sistema formal, la gran mayoría sin títulos de propiedad.
El ex asesor de vivienda del actual gobierno, Héctor Briceño, recomendó a las autoridades no permitir el incremento del cemento a partir del próximo año, como lo anunciaron los empresarios del rubro.
A criterio de Briceño, constructor de oficio, no hay justificación para un incremento al cemento, por lo que el gobierno más bien debería abrir el camino para permitir más cementeras en el país.
Fue claro en que al terminar de construir una vivienda, sólo el cemento representa aproximadamente el 18 por ciento del valor total, y que si este rubro incrementa un cinco por ciento, por ejemplo, en eso aumentaría el costo final del inmueble.
“No hay razón económica. Desde el punto de vista de combustibles, de estabilidad de la moneda, la inflación ha sido una de las más bajas, no tienen ninguna justificación las cementeras para el incremento anunciado”, dijo.
“Nunca el consumo de cemento ha sido tan grande, la construcción ha subido casi en un 35 por ciento, y el empleo generado ha sido masivo”.
Briceño hizo hincapié en que la construcción se ha rehabilitado pero en las viviendas de clase media y alta, “pero no ha llegado a la vivienda social, porque los pobres no tienen ninguna posibilidad de financiamiento, la banca nos les presta, es un riesgo prestarles y si le siguen subiendo el precio al cemento esas posibilidades serán peores”.
Calificó como uno de los desafíos del gobierno mantener los precios de los productos de la construcción para que los pobres puedan lograr alguna alternativa de vivienda.
Detalló que las familias que ganan menos de tres mil lempiras no tienen ninguna posibilidad de una vivienda, nadie les presta, ni los bancos, cooperativas o micro financieras. Los que están entre uno y dos salarios mínimos tienen posibilidades de microfinanciamientos, y los que devengan de tres salarios para arriba, les presta la banca.
En cuanto a los proyectos carreteros, dijo que no incide mucho el incremento del cemento, porque por lo general se usa asfalto, aunque sí se usa en puentes, cajas puente, alcantarillas y muros, pero en menor cantidad.
“Con la misma firmeza de ahora se debe actuar en enero, porque no hay justificación para los incrementos del cemento. Así lo dijo la embajada americana: el cemento hondureño es de los más caros de la región. Además, una de las prioridades del Congreso debe ser la vigencia de la ley de competitividad para permitir el acceso a otras empresas cementeras”.
“El gobierno tiene que crear las condiciones para una tercera cementera y que no se constituyan grupos que con acciones premeditadas incrementan el precio cuando quieren”, sostuvo.
Entre tanto, el presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Honduras, Sergio Canales Munguía, sugirió también la estabilización de precios, porque al final esos incrementos los termina pagando el dueño de la obra o el comprador del inmueble.
Por los momentos, los pobres tienen que esperar para tener una vivienda digna. No hay acceso a crédito y cada día la construcción incrementa sus costo
Se observan graves deficiencias en el funcionamiento de los mercados de vivienda. En el mercado formal, la vivienda y los créditos hipotecarios necesarios para financiar su adquisición sólo son accesibles para aproximadamente el 20 por ciento de la población. El 80 por ciento restante recurre al mercado informal para acceder a soluciones de bajo costo que carecen de servicios, títulos de propiedad y de estándares mínimos de calidad.
“Asimismo, el 50 por ciento de los hogares urbanos viven en barrios marginales localizados en su mayoría en los alrededores de San Pedro Sula y Tegucigalpa.
Las cifras de formación de hogares establecen que al año se integran 35 mil nuevos hogares en las áreas urbanas.
El acervo de la vivienda existente en Honduras se caracteriza por la carencia de servicios, dimensiones inadecuadas y mala calidad de los materiales de construcción. Se estima que más del 62 por ciento de las viviendas existentes tiene algún grado de hacinamiento y el 10 por ciento de los hogares, 6 personas o más, habitan en un solo cuarto”, dice el documento.
Este estudio lo hizo el BID en función de créditos que destinará para vivienda.
Incrementos
Congelamientos
El gobierno se vio obligado a congelar el precio del cemento a finales del año pasado y quedó en casi 97 lempiras, lo que en primera instancia creó desabastecimiento, pero luego las ferreterías fueron abastecidas.
Se repite
Nuevamente este año una de las dos cementeras incrementó el precio de la bolsa en siete lempiras, precio que se mantendrá hasta enero, porque a partir de esa fecha se ha anunciado un posible aumento.
Auditoría
El gobierno ordenó una auditoría para determinar si el incremento del cemento era justificado o no, pero Industria y Comercio no esperó el resultado de la auditoría para dar luz verde al aumento en enero.
Chico dice no al incremento
San Pedro Sula. La Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción, Chico, mantiene su posición de rechazar el aumento a la bolsa de cemento porque considera que el mismo no se justifica por las buenas condiciones macroeconómicas del país.
El presidente de la Chico, William Hall, expuso que el precio actual de una vivienda de tipo social para la clase pobre se cotiza en 208 mil lempiras, eso significa que el impacto del cemento en el costo de esa unidad habitacional es del 12 por ciento, equivalente a unos 25 mil lempiras.
En una vivienda de clase media, el cemento representa entre 36 mil y 60 mil lempiras, dependiendo de la zona de residencia.
Hall detalló que la industria de la construcción ha tenido este año un crecimiento del 34% y para el 2007 se vislumbra todavía mejor. Dijo que a principios de este año se empezaron a formular grandes proyectos de construcción, los cuales entrarán en ejecución en 2007.
“Creemos que en el 2007, la construcción tendrá un repunte mayor”. Precisó que un indicador de este fuerte crecimiento en la construcción es la comercialización del cemento. “Nunca en la historia se había vendido tanto cemento como en este año; es histórico”, dijo.
Cifras
18.4 por ciento
De las viviendas urbanas del país no tienen servicio de agua potable, es decir 218,077 viviendas sin ese servicio.
33.5 por ciento
De las viviendas tienen el piso de tierra, lo que refleja un total de 396,674 viviendas en esa condición.
El acceso a los créditos para vivienda y construcción es más fácil por los bajos intereses.