Los conductores de los buses rapiditos encabezan la lista de las personas que a diario sancionan los agentes de tránsito en esta ciudad.
En todas las rutas urbanas y suburbanas, los agentes penan a los choferes por no portar licencia, por conducir a alta velocidad y por otras infracciones. Este lunes, un rapidito se accidentó y dejó a varios pasajeros heridos al esquivar a un vehículo particular en el bulevar del norte.
En enero, tres personas fallecieron por lesiones al darse vuelta un rapidito por rebasar a otro bus en ese mismo sector. En febrero, el conductor de un bus de este servicio de la ruta 2 atropelló a una anciana en el barrio Río de Piedras, causando su muerte, y en marzo, una joven perdió la vida en un choque entre un bus rapidito del sector de Cofradía y un carro particular en Prado Alto. Pero en las estadísticas de Tránsito sólo está acreditada una víctima mortal por accidentes protagonizados por rapiditos.
El jefe de operaciones de Tránsito, Luis García Méndez, dijo que hacen operativos permanentes e informó que el 80 por ciento de las licencias que decomisan son de conductores de rapiditos.
“En ciertas situaciones, los conductores, cuando no ven la presencia de Tránsito, aumentan la velocidad. Los accidentes de rapiditos representan el cinco por cierto de los que ocurren en la ciudad”, señaló. Uno de los problemas que señala Tránsito es que la mayoría de choferes que manejan esos buses son menores de 25 años y no tienen licencia pesada para trabajar en el transporte público.
“No tienen la edad ni la licencia para conducir esas unidades. Cuando los detenemos dicen que tienen un tiempo establecido para llegar y que por eso circulan a alta velocidad”, dijo García.
