18/12/2025
10:24 PM

213 años de historia, tradiciones y desafíos

“Mi vida es la agricultura; me gusta cultivar yuca y hacer mi pan de coco”, expresó doña Martha Bermúdez, una garífuna de 59 años que mantiene vivas sus raíces y eso mismo le ha inculcado a sus hijos.

“Mi vida es la agricultura; me gusta cultivar yuca y hacer mi pan de coco”, expresó doña Martha Bermúdez, una garífuna de 59 años que mantiene vivas sus raíces y eso mismo le ha inculcado a sus hijos.

Para doña Martha no ha sido tarea fácil lograr que se arraiguen esas costumbres características de la comunidad garífuna, pero ha hecho todo lo posible por enseñarle a su familia las comidas, la música, el baile y toda la cultura de su pueblo.

Por eso hoy, cuando se conmemoran 213 años de presencia garífuna en Honduras y Centroamérica, apoyará todas las actividades en la comunidad donde reside: Tornabé, Tela.

Doña Martha y la población de todas las comunidades garífunas de Honduras aprovechan esta fecha para recordarle al mundo que están presentes y que son un pueblo que ha sobrevivido a pesar de los obstáculos.

Fecha simbólica

Fue en marzo de 1797 cuando 5,080 garinagu fueron expulsados de San Vicente. Llegaron a Punta Gorda, Roatán, el 12 de abril del mismo año. Luego se trasladaron a Trujillo y se extendieron al este y oeste del litoral atlántico centroamericano.

Hoy, cuando se cumplen 213 años de su llegada a Honduras, la mayoría de los garífunas se han ubicado en los departamentos de Cortés, Atlántida, Colón, Islas de la Bahía y Gracias a Dios.

Céleo Casildo, presidente de la Organización de Desarrollo Étnico Comunitario, Odeco, dijo que no se trata de una celebración, sino de una fecha simbólica, memorable e importante.

“Es una remembranza. Se reafirma la historia, el proceso de lucha incansable de la comunidad para mantener su libertad e impulsar sub desarrollo integral y sostenible. Esta fecha nos indica que tenemos que seguir luchando para construir espacios de inclusión y participación igualitaria, despertar el interés y el conocimiento de la ciudadanía en general sobre nuestros desafíos y aportes”, explicó Casildo.

Mencionó que entre los resultados más importantes está el decreto legislativo 70-96, que declara el 12 de abril de cada año Día de la Etnia Garífuna de Honduras. Este decreto es la primera ley que reconoce su presencia en la vida nacional.

Eso los motivó para que comenzaran con mayor fuerza su lucha por mantener sus costumbres.

“La comunidad ha luchado contra el empobrecimiento. Es necesario que sea insertada en el presupuesto y en las agendas del país y que dejen de verla como objeto, como ha sido hasta ahora”, manifestó Casildo.

Dijo que entre sus mayores obstáculos para desarrollarse están la exclusión y la falta de voluntad política para participar en el proceso de desarrollo.

“Paulatinamente se ha sensibilizado para permitir condiciones de igualdad de hombres y mujeres afrodescendientes. Todavía hay un camino que recorrer, pero ha habido avances significativos”, aseguró.

Luis Zúniga, presidente del patronato de Tornabé, tiene una opinión similar a la de Casildo y asegura que el desarrollo que han tenido se debe a sus propios méritos.

En su comunidad, la mayor lucha es que todos los pobladores, desde niños, hablen la lengua para no perder la identidad.

“Ha sido difícil, sobre todo porque en las escuelas hasta hace un par de años se cuenta con maestros que hablen garífuna”, señaló Zúniga.

Agregó que el 85 por ciento de la población puede hablar garífuna y están trabajando para que el otro quince por ciento lo haga.

Los destaca

Un pueblo garífuna es fácil de distinguir no sólo por el color de piel de sus habitantes. Estas comunidades se destacan por su tradicional peinado de trenzas en mujeres y hombres.

Son conocidos también por su baile, la danza y en todas las comunidades existe al menos un grupo que la practica.

La comida es otra de sus características, como el pan de coco y la machuca.

Según ellos, su popular bebida, el guifiti, no se debe ingerir como si fuera alcohólica, sino como el líquido que levanta el espíritu y el ánimo de los pueblos.