Que se desarme a las personas nacionales y extranjeras que están en el interior de la embajada de Brasil, acompañando a Manuel Zelaya, pidió el canciller Carlos López Contreras en el marco de las negociaciones que se llevan a cabo en la capital.
“Con el fin de fortalecer este diálogo, considero deseable que a la mayor brevedad se realicen ciertos actos, entre otros que se normalice la situación al interior de la misión del Brasil en Tegucigalpa, de acuerdo a lo que establecen las convenciones sobre el derecho de asilo”, dijo López Contreras.
“Que se desarme, si es que todavía no se hubiere hecho, a los extranjeros y nacionales que irregularmente se hayan al interior de la misión de Brasil, porque allí, en mi opinión, sólo funcionarios de la misión del Brasil deberían ejercer autoridad, y en el exterior del mismo sólo las autoridades hondureñas”, reiteró el canciller.
El embajador brasileño ante la OEA, Ruy Casaes, dijo que cuando Zelaya ingresó a la sede diplomática, el 21 de septiembre, las personas encargadas de su seguridad personal portaban algunas armas.
“Sin embargo, solicitamos al señor Zelaya que nos entregaran esas armas porque no era razonable que hubiera gente armada y así fue cumplido; esas armas, que eran 17, se encuentran guardadas en la caja de seguridad de la embajada”, agregó.
Casaes dijo que actualmente no hay nadie armado en la sede y aseguró que, de las aproximadamente 60 personas que permanecen en el edificio, los únicos no hondureños son dos funcionarios diplomáticos de Brasil.
Contreras también reiteró a Brasil la demanda ya formulada en varias oportunidades de que defina el estatus de Zelaya, al que el presidente Lula Da Silva ha calificado como un huésped del gobierno brasileño.
