19/04/2024
01:03 PM

Largas jornadas de limpieza para familias de la Céleo Gonzales

Piden a alcaldía agilizar remoción de escombros de las calles. Bomba de agua ya fue reparada y fluye suministro en la Céleo. Solo una parte de viviendas siguen sin luz.

SAN PEDRO SULA.

Tras siete días de labores, la familia Meléndez, residente en la calle principal de la colonia Céleo Gonzales, logró remover el lodo del interior de su vivienda; pero aún hay mucho por hacer.

Ayer, mientras un equipo municipal limpiaba la calle frontal, Johana Meléndez quitaba minuciosamente el barro de juguetes y otros artículos del hogar, y su hermana Connie se encargaba de los cuartos, que ya comenzaban a tomar forma luego de ser lavados varias veces; sin embargo, como un recuerdo de la tragedia, sigue presente una línea de tierra en las paredes, la que marca el alto nivel que alcanzó el lodo y el agua.

Foto: La Prensa

La alcaldía está trabajando en despejar las calles con maquinaria.
Para esta familia, esta etapa ha sido difícil, pues durante las llenas de Eta y Iota han permanecido en casa de familiares en Barandillas y para ir a limpiar su humilde vivienda toman dos buses y caminan desde la entrada de la Planeta entre un lodillo que llega a la rodilla. Las jornadas han sido maratónicas, arrancando al alba y finalizando al atardecer.

Remover la suciedad es una gran faena que los obligó el miércoles a contratar a unos jóvenes para ayudarlos.

Servicios públicos
Las dos bombas de agua potable ya están en funcionamiento en la Céleo Gonzales, pero unas casas siguen sin energía eléctrica.
Para esta labor de lavado a presión de paredes y muebles pagan L3,000, y sacar el denso lodo de su patio les constará L2,500 más.

“Mire el televisor allá arriba, se salvó de las llenas”, dice con alegría Connie al señalar el aparato instalado en lo alto de una pared y que por unos centímetros hubiera sido alcanzado por el agua.

Estamos crudos, llevamos dos semanas limpiando y faltan al menos otras dos.

Lesbia de Villatoro, vecina de Céleo Gonzales.
Una cuadra abajo, Lesbia de Villatoro (de 58 años), sus hijos Leonardo y Ángel Villatoro, y sus dos vecinos Eduardo Ramírez y Maynor Cáceres, también limpian, una labor que comenzó hace dos semanas y que estima que podría durar el resto de diciembre.

“Estamos crudos con esta limpieza, hemos sacado innumerables carretas y cubetas con lodo y tenemos mucho por hacer”, relata con humor Lesbia.

La vivienda de los Villatoro, que es de dos plantas, sirvió para refugiar a 25 personas que quedaron atrapados tres días por las llenas de Eta y que fueron rescatados en lancha.

Ayer las dos bombas de agua potable ya estaban funcionando.

Foto: La Prensa