25/04/2024
02:29 AM

Continúan inundadas aldeas en El Progreso tras tormentas

La alcaldía reporta más de 1,000 millones de lempiras en pérdidas y unos 68,000 pobladores afectados, de los que cerca de 13,000 se encuentran albergados.

EL PROGRESO.

Aunque las lluvias han cesado su intensidad durante los últimos días, los niveles de agua se resisten a descender en 74 aldeas de El Progreso, Yoro, las cuales están completamente bajo el agua y con sus acceso inhabilitados, lo que mantiene a miles de damnificados en albergues y refugios solidarios.

La mayor parte de las comunidades aún inundadas están en los antiguos campos bananeros, adonde autoridades del municipio estiman que viven más de 15,000 habitantes.

Foto: La Prensa

La situación en los albergues también es crítica y las necesidades son innumerables.
El problema persiste porque los bordos de los ríos quedaron destruidos, lo que contribuye a que el agua del Ulúa siga corriendo hacia las comunidades de Buenas Vista, Río Chiquito, Las Flores, Naranjo Chino, El 70, Amapa y otras 25 aldeas más del sector norte.

Alexander López, alcalde de El Progreso, dijo que más de 68,000 pobladores del municipio resultaron afectados con los fenómenos naturales con pérdidas de viviendas, negocios, ganado y cultivos.

“Las pérdidas son de más de 1,000 millones de lempiras solo en esta ciudad, donde además hay 13,432 personas albergadas en los 94 refugios que tenemos habilitados y otra buena parte está en casas de amigos o familiares”, explicó López.

El funcionario indicó que los daños en infraestructura vial son enormes, ya que la red terciaria está destruida en el 100% debido a 43 derrumbes, y la secundaria en un 90%.

La red primaria tiene gran detrimento entre los tramos carreteros del municipio con Santa Rita y Tela.

Foto: La Prensa

Las autoridades hacen labores de aseo en varios puntos de la ciudad.

Plan de acción

López manifestó que tras el paso de Eta pusieron en marcha la operación Juntos reconstruyendo El Progreso, iniciativa con la que se hizolimpieza en 32 barrios del casco urbano y también entregaron colchonetas y víveres.

Luego de Iota comenzaron con la segunda etapa de la operación con las que arrancaron intervenciones en nueve zonas de la ciudad.

“Estamos en la San Antonio, Bográn, Palermo, Farternidad, San Miguel, Fátima, San Martín y otras del noroeste y suroeste del casco urbano y en la parte noreste y sureste”, detalló.
Adelantó que este lunes se suman a la labor equipos de trabajo de la operación No están solos, para agilizar la recolección de basura tanto en calles como viviendas y sistema de alcantarilladopara que las familias puedan regresar a sus hogares antes de Navidad.

Foto: La Prensa

Necesidades en albergues

Pese a que la alcaldía hace su esfuerzo para tratar de cubrir las necesidades de quienes están en los albergues, las carencias en los establecimientos son evidentes y dolorosas.

Josefina Alberto, una señora de 63 años, residente de la colonia Misericordia, de El Progreso, está durmiendo sobre un cartón junto a dos de sus nietas desde hace 25 días en el albergue de la escuela Pedro P. Amaya, y ayer a la 1:02 pm aún no habían desayunado ni almorzado.

“Me duelen mis huesos porque no hay una cama adonde dormir bien, nos toca estar en el suelo con sábanas y cartones. Mire, este es un pantalón que uso como almohada.

Foto: La Prensa

Ahorita nos han cortado bastante la ayuda, no hemos comido porque se fue el gas y entre unos cuantos reunieron para ir a comprar uno”, relató Josefina mientras mantenía una mirada triste y cansada.

A pocos pasos de donde Josefina está el pequeño colchón de Blanca López, la cual junto a su esposo que sufre invalidez clama por un pronto regreso a casa. “Ya no queremos estar aquí, queremos regresar a construir nuestras casas, nos quedamos sin nada, pero de poco en poco uno se vuelve a levantar”, lamentó López.

Operativos
La operación Juntos reconstruyendo El Progreso cuenta con 248 voluntarios y empleados municipales, quienes están en operativos auxiliados de volquetas, retroexcavadoras, cargadoras y patroles. Con la llegada de cuadrillas de la iniciativa No están solos, el equipo de trabajo se incrementará a más de 350, con los que se espera culminar con la limpieza del municipio en unas dos semanas.
En una de las aulas del albergue del centro de educación básicá San Fracisco acostada en una cama amamantando a su pequeña de seis meses está Karla Serrato, quien contó que requiere de pañales, leche y ropa para su bebé y su otra hija de ocho años.

Karla permaneció dos días en el bordo de la aldea Río Chiquito, donde después de aguantar hambre y sed fue rescatada en lancha junto con 15 personas más que se encontraban con ella.

“Necesitamos comida, granos básicos porque casi no hay, lo que la gente tenga voluntad de traer es bienvenido en este momento”, expresó.

Jaqueline Rodríguez, coordinadora del albergue, dijo que gracias a las ayudas que están llegando de los ciudadanos han podido dar alimento; pero también hacen falta productos de higiene personal y aseo.

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