Los migrantes que soliciten asilo en Estados Unidos deberán permanecer en México mientras sus casos son evaluados, en una nueva medida del Gobierno de Donald Trump dirigida a detener la inmigración ilegal a través de la frontera sur.
El plan, anunciado originalmente en diciembre, será lanzado inicialmente en el cruce fronterizo Tijuana-San Ysidro, según un funcionario del Departamento de Seguridad Interior (DHS), quien habló bajo anonimato.
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Decenas de miles de centroamericanos se han abalanzado hacia ese cruce en el último año para pedir asilo, y las autoridades buscan ahora impedir que los migrantes se queden dentro de Estados Unidos luego que sus solicitudes de asilo hayan sido aceptadas.
Funcionarios del DHS dicen que casi todos desaparecen a lo ancho del territorio estadounidense y nunca aparecen para sus audiencias en cortes migratorias.
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También afirman que al menos 80% de los casos de asilo, la mayoría de pobres que huyen de la violencia en Honduras, Guatemala y El Salvador, no tienen asidero.
Con 800,000 solicitudes de asilo aún por ser procesadas, las nuevas peticiones podrían tomar meses o incluso años para ser tramitadas.
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El Gobierno de Donald Trump espera que eso sea un factor disuasivo para los migrantes, en momentos en que cuatro caravanas de centroamericanos, especialmente hondureños, se dirigen a Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida.
“Hemos implementado una acción sin precedentes que atacará la crisis humanitaria y de seguridad actual en nuestra frontera sur”, dijo en un comunicado la secretaria de Seguridad Interior, Kirstjen Nielsen.
“Por demasiado tiempo, nuestro sistema migratorio ha sido explotado por contrabandistas, traficantes y aquellos que no tienen derecho a permanecer en Estados Unidos”, añadió.
Niños exceptuados
La medida se da en acuerdo con el Gobierno del nuevo presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador.
Tras el anuncio del plan en diciembre, la Embajada de México en Washington afirmó entonces que garantizará los derechos de los migrantes que sean enviados a su territorio desde Estados Unidos mientras se tramite su solicitud de asilo; pero aclaró que su país no va a aceptar deportados por Estados Unidos.
Según un instructivo del DHS, los nuevos Protocolos de Protección de Migrantes (MPP) aplicarán a cualquiera que cruce a Estados Unidos por la frontera con México sin documentos migratorios.
Incluye a todos quienes, al presentarse o ser detenidos por las autoridades fronterizas estadounidenses, aleguen ser perseguidos, siempre “que se haya establecido que no enfrentan persecución o tortura” en México.
Los niños no acompañados, sin embargo, no serán objeto de la nueva regla.
“Esto permitirá a DHS a asistir de manera más efectiva a los legítimos solicitantes de asilo y las personas que huyen de la persecución, y los migrantes con casos ilegibles o fraudulentos no tendrán un incentivo para hacer el viaje”, dijo el Departamento.