Efraín García Díaz fue capturado luego de confesar que mató a su propia madre en el municipio de Gualcince, Lempira, Honduras.
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María Francisca Diaz Mejía (63) era el nombre de la fémina.
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Al borde de las lágrimas, Efraín confesó en entrevista para Network Multimedios TV que se siente arrepentido, pero, a su vez, acusó a su madre de hacer que su esposa abortara a su hijo de cuatro meses.
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“La esposa mía estaba embaraza de cuatro meses, tenía un dolor y ella (su madre) le dio una toma para que lo botara (al bebé)”, dijo él mientras iba a bordo de la patrulla policial.
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“Ella siempre seguía haciendo muchas cosas de brujería, por medio de la brujería hacía un montón de cosas. Pero, bueno, ya es tarde, me arrepiento, yo mantenía a mi familia y ahora mi esposa a saber cómo va a hacer con los tres niños”, dijo Efraín.
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“Me arrepiento mil veces de lo que hice”, continuó, aunque también aseguró que su madre “ella nunca me quiso a mí”, sino a sus hermanos.
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Supuestamente fue asesinada con un arma blanca, pero Efraín afirma que “sólo la empujé”.
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Al comienzo se especuló que Efraín había matado a su madre para quedarse con sus bienes.
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Sobre sus hermanos, mencionó “dicen que me quieren matar”.
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El delito de parricidio es castigado con hasta 25 años de cárcel en Honduras, según el Código Penal del país centroamericano.
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Honduras figura entre los países que tienen los índices de violencia más altos del mundo, sin vivir en guerra, con un promedio de entre diez y once asesinatos al día, según fuentes oficiales.
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Más de 60 mujeres han sido asesinadas en Honduras en lo que va de 2023 y el 95 % de esos casos están impunes, según datos de organizaciones feministas.