La parroquia La Santa Cruz de la Colonia Tara fue el lugar escogido para que Dios bendijera el matrimonio de Alejandro y Gabriela. Ambos fueron acompañados por sus padres, padrinos, damas y caballeros del cortejo, así como más familiares y amistades. El presbítero Erlein Mora fue el encargado de oficiar la misa. Luego, se trasladaron a la recepción en el salón Jordan del Club Hondureño Árabe, recinto que vistió de color verde esmeralda y que se colmó de algarabía en celebración del amor que predomina en los nuevos esposos.