Verónica fingió embarazo para asesinar y robar bebé de Rosa

Rosa Isela, quien con ocho meses de embarazo fue privada de la libertad en la Colonia Las Bajadas en el puerto de Veracruz, ya fue localizada... sin vida, informó la Fiscalía General del Estado.

Su recién nacida fue recuperada por las policías de manos de Gonzalo y Verónica, ahora detenidos.

A Rosa Isela la secuestraron para sacarle a su bebé del vientre, para cumplir una presunta obsesión de una mujer, que no podía ser madre, y lo hizo a todo costo.

La mujer, de 28 años, fue vista por última vez a las 9:00 horas del 30 de noviembre, cuando salió con dirección hacia una farmacia. Allí se encontró con una mujer que la citó para regalarle ropa de bebé, pero al reunirse, ésta amagó a la joven por la espalda y la hizo subir a una camioneta, según reveló un video de seguridad.

La mujer que la privó de la libertad la contactó por Facebook.

Afortunadamente su bebé, está viva.

Verónica quería darle una familia a su nueva pareja; asesinó y robó la bebé a Rosa Isela.

Verónica Troncoso, detenida por el asesinato de Rosa Isela Castro Vázquez, constantemente era presionada por su nueva pareja, Gerardo Galván, quien se juntó con ella en meses pasado.

Ella, madre de 3 hijos de otra relación marital, se sometió a cirugía de control natal siete años atrás.

Con la finalidad de no perder a su nuevo esposo, montó un plan macabro que terminó con la vida de Rosa Isela Castro Vázquez, todo con la finalidad de robarle su bebecita para hacerla pasar por suya y darle a su amado la tan anhelada familia.

La ataron a una silla. Le amarraron bien pies y manos, así como mordaza. Con una navaja la tomaron y le abrieron la barriga con mucho cuidado para no causarle daño a la bebecita.

Entre Verónica y Gonzalo (que, se aclara, no es su pareja actual) acabaron con su vida colocándole una bolsa de plástico en la cabeza, posteriormente lanzaron su cadáver a un río, cerca de Rancho del Padre, muy cerca de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río.

Antes de lanzarla al río, después de haber obtenido la bebecita, Verónica tomó abundante placenta y sangre de Rosa Isela y se la echó en sus pares íntimas al tiempo que llamaba a la ambulancia.

Cuando los rescatistas llegaron a su casa, la encontraron llena de sangre, con la bebecita de Rosa Isela a un lado, estaba simulando perfectamente que había dado a luz.

El mismo día que asesinó a Rosa Isela y mandó lanzarla a un río, salió de ese centro médico con documentación que avalaba que ella era la madre y que la bebecita había nacido en su casa, y que estaba perfecta de salud.

Cuando la Policía Ministerial de Veracruz la encontró, también tenía en su poder a la bebé de la finada, se la quitaron.