Nicolás Toledo, de 78 años, acababa de llegar a los Estados Unidos para visitar a su hijo y sus nietos. Al momento de su muerte, iba acompañado de su esposa, hijos y nietos, con quienes había acudido a la tradicional celebración patria de Highland Park, donde había vivido y trabajado por años como agricultor y en la que aún reside parte de su familia.