Golpes, abucheos y controversias en elecciones generales en Honduras
La jornada electoral en Honduras ha enfrentado retrasos, fallas técnicas y momentos de tensión que han puesto en alerta a votantes y autoridades.
- 30 de noviembre de 2025 a las 15:44 -
La controversia no se ha hecho esperar en estas elecciones generales de Honduras, una jornada marcada por fallas, denuncias y tensiones que comenzaron desde las primeras horas de la mañana. Pese a la apertura oficial de los centros de votación a las 7:00 a. m., múltiples centros reportaron retrasos y problemas para instalar las mesas, lo que dejó a cientos de personas esperando bajo el sol para ejercer su derecho al voto.
El primer foco de polémica surgió en el propio Consejo Nacional Electoral (CNE). La apertura oficial se realizó solo con dos consejeros, Marlon Ochoa y Ana Paola Hall, luego de que Cossette López anunciara que no asistiría por recibir alertas de posibles intentos de intimidación en su contra. Su ausencia no tardó en generar preocupación y críticas sobre la seguridad y transparencia del proceso.
Otro de los momentos más discutidos fue la denuncia temprana de fallas en el sistema biométrico y en la transmisión de datos. Desde varios puntos del país se reportaron lectores dañados, mesas que no pudieron instalarse a tiempo y retrasos que sembraron desconfianza en la población.
El propio Marlon Ochoa advirtió públicamente sobre “problemas significativos en el cierre de sistemas y fallas comprobadas”, aumentando la tensión en plena jornada electoral.
En distintos centros, la presencia de militares también generó controversia. La Red por la Defensa de la Democracia denunció que las Fuerzas Armadas impidieron labores de observación en Cortés, Atlántida y Lempira, asegurando incluso que militares escanearon credenciales sin tener facultad para hacerlo.
A nivel local, la situación no fue más tranquila. En Yoro, Copán y Cortés se confirmaron más fallas del lector biométrico y hasta ausencia de urnas, obligando a abrir mesas con retraso.
Muchos ciudadanos, que llegaron desde las 6:00 a. m., terminaron golpeando portones y exigiendo que les permitieran votar. En centros como el Instituto José Trinidad Reyes, las puertas abrieron casi una hora tarde.
No todo quedó ahí. En San Pedro Sula, el alcalde Roberto Contreras protagonizó uno de los momentos más tensos del día cuando, molesto porque un centro no abría, golpeó el portón exigiendo que se cumpliera la orden del CNE.
Más tarde, también fue señalado por intentar depositar una papeleta sin sello, acción que miembros de mesa no le permitieron repetir.
Las agresiones físicas tampoco quedaron fuera de la jornada. En el CEB Francisco Morazán, en la colonia Nueva Esperanza, una discusión por una credencial terminó en golpes entre una mujer y miembros de mesa. El incidente se viralizó rápidamente, reflejando la tensión y frustración que se vivía en distintos puntos del país.
El ambiente volvió a cargar tensión cuando el presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, llegó a votar en San Pedro Sula. Su ingreso sin hacer fila provocó gritos, abucheos e insultos de parte de los ciudadanos, quienes reclamaron lo que consideraron un acto de prepotencia. Gritos como “¡Que haga fila!” y “¡Corrupto!” marcaron su llegada.
A la controversia se sumaron también acusaciones directas de compra de votos. En El Progreso, el candidato Salvador Nasralla denunció que estructuras de Libre estarían ofreciendo 12,000 lempiras por voto, señalando que ese dinero tendría origen en irregularidades de infraestructura vial. La denuncia generó reacciones encontradas y más tensión en la zona.