“Llegué a este país sola a mis 18 años, sin conocer a nadie y sin hablar el idioma. Pero siempre tuve el sueño de jugar futbol de manera profesional y aquí pude lograr eso. No queda nada que probar a alguien más o a mí misma. Se lo que valgo como jugadora, hija, amiga y sobre todo como persona. No me arrepentiré de dejarlo, pero si me arrepentiré de experiencias que tuve que pasar pero algunas estaban fuera de control”, agregó la exjugadora del Puebla.