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Violencia de género

  • 09 diciembre 2008 /

Cuando escuchamos el sintagma 'violencia de género' de inmediato pensamos en un hombre que golpea, ofende, maltrata a una mujer.

    Cuando escuchamos el sintagma 'violencia de género' de inmediato pensamos en un hombre que golpea, ofende, maltrata a una mujer; nadie piensa en lo contrario, que sea ella quien lesiona la integridad física o moral de su compañero de hogar; esta situación no es privativa de la mujer, es de ambos.

    En primer lugar definamos el concepto de género desde el punto de vista gramatical: 'Clase a la que pertenece un sustantivo o un pronombre por el hecho de concertar con él una forma y, generalmente solo una, de la flexión del adjetivo y del pronombre'. En las lenguas indoeuropeas estas formas son tres en determinados adjetivos y pronombres: masculina, femenina y neutra.

    Cuando hablamos de género femenino nos referimos al rasgo inherente de los cenemas o palabras que designan a personas del sexo femenino, algunos animales hembra y, convencionalmente, seres inanimados: la máquina, el estadio. Lo inverso es cuando hablamos de masculino. En castellano género y sexo son categorías diferentes. Sexo es la condición orgánica -masculina o femenina- de los animales y las plantas.

    El género es una categoría social. En español se habla de masculino y femenino: hombre y mujer. El masculino es una forma no marcada e inclusiva; esto significa que al decir que 'los profesores no han recibido sus pagos' nos estamos refiriendo a profesores y profesoras. En cambio, el femenino se marca y es excluyente: 'Las profesoras son más activas en las aulas', aquí hay una claridad que apunta a la separación de las mujeres con los varones.

    Si en un grupo de alumnos -por grande que sea- está una mujer, se habla de 'alumnos', y si el grupo es mayoritario en mujeres, los varones seguirán predominando. Si nos ubicamos en esta idea, entonces aquí no cabría el género neutro: 'o es hombre o es mujer'. El género neutro sustantiva adjetivos y actualiza conceptos abstractos: 'lo bueno, lo malo y lo feo'. Lo que sí es importante recordar es que el neutro siempre concordará en masculino por la singularidad que encierra.

    En inglés al bombero, ese que apaga el fuego, se le llama 'fireman', independientemente si es hombre o mujer. Ahora; pero por aquello de la discriminación de 'gender' se dice, especialmente en el nivel periodístico, 'firefighter', vocablo que incluye a ambos sexos.

    Y nosotros no nos quedamos atrás, deseamos seguir el mimetismo anglófono y los profesionales del magisterio son los primeros en decir los niños y las niñas, los profesores y las profesoras. Sería incómodo estar con eso de el y la en todo un discurso. Mis colegas maestros quizá desconozcan lo que los lingüistas nos han explicado: 'el masculino es una forma no marcada e inclusiva; mientras que el femenino obliga a ser marcado y es excluyente'.

    Hay un dato importante y es que la costumbre también incide en esta situación; por ejemplo, el trabajo de enfermería casi siempre ha sido ejercido por mujeres y es por ello que prácticamente nunca hemos visto en los periódicos o escuchado en la radio que 'las enfermeras y los enfermeros están en huelga'.

    Claro, diremos que el idioma debe enriquecerse; pero en este caso no sucede así, sino que se distorsiona. Sería extraño que en inglés se aplicara el hipérbaton en la estructura adjetivo-sustantivo: 'bird blue, car old', por ejemplo. En inglés primero es el adjetivo y después el sustantivo. La linealidad del español dice que primero es el sustantivo y luego el adjetivo: 'pájaro azul, carro viejo'. No obstante, en castellano cabe el hipérbaton según sea la significación del sintagma; se puede decir hombre pobre o pobre hombre, mujer alta o alta mujer -que denotan diferencias semánticas-. En inglés es inevitable el pronombre personal: 'I am your friend', pero sí casi siempre en español: 'soy tu amigo' porque la desinencia verbal lleva implícita esa categoría; es el sujeto elíptico, algo que en inglés no existe. Como vemos, cada lengua tiene sus características sintácticas y semánticas que no siempre comparten con otras. Está claro que lo de género es una influencia del inglés 'gender', que también significa 'sex'.