La viuda de Elvis Presley ha conseguido cerrar la batalla legal que la enfrentaba a su propia nieta, la actriz Riley Keough, por el control del legado del rey del rock.
El enfrentamiento entre ambas mujeres se debía a una cláusula añadida en 2016 al testamento de Lisa Marie Presley: la hija de Priscilla y madre de Riley, que falleció el pasado mes de enero tras sufrir un paro cardiaco en Los Ángeles.
En la práctica, el cambio que Lisa Marie había realizado en secreto apartaba a su madre de la administración de la finca Graceland, que sigue arrojando beneficios millonarios cada año, y de la sociedad que maneja los derechos de imagen de Elvis.
A la hora de sentarse a negociar con Riley, Priscilla comenzó por exigir que se le garantizara el derecho a ser enterrada junto a su difunto esposo en el Jardín de Meditación de su famosa mansión en Memphis.
En ese cementerio descansan también sus suegros y su otro nieto Benjamin, hijo de Lisa Marie, que se quitó la vida en 2020. El problema es que la tumba de Elvis está flanqueada por la de su amada madre y la de su padre, por lo que habría que moverlas para que Priscilla pudiera pasar la eternidad a su lado. Y Riley no está por la labor de mover los restos mortales de sus bisabuelos.
La petición fue calificada de “imposible” desde un primer momento, por lo que Priscilla se echó atrás sin presentar demasiada batalla: “Aunque no pienso irme a ningún sitio en breve, mi familia y yo deseamos descansar junto a mi hija y el amor de mi vida cuando llegue el momento”, ha aclarado para aceptar la derrota con elegancia y dejando claro que aún tiene reservada un parcela.
Su abogado aseguró en una vista judicial en Los Ángeles que todas las partes involucradas están satisfechas con el desenlace de todo el asunto y vuelven a ser una familia unida. Los detalles del acuerdo alcanzado entre Priscilla y Riley -que se sellará en una vista adicional el viernes 4 de agosto- no fueron revelados en el tribunal, pero el portal TMZ asegura que la primera recibirá “millones” como compensación.
Irónicamente, Lisa Marie Presley nunca compartió el apego emocional de su madre hacia el cementerio de Graceland porque le parecía demasiado morboso ver cada día las tumbas de sus seres queridos desde la ventana. “¿Cuánta gente tiene un cementerio para la familia en el patio trasero? ¿Cuánta gente tiene que recordar cuál será su destino, su mortalidad, a diario? Todas las lápidas están alineadas y allí hay un sitio vacío, esperándome, justo al lado de mi abuela”, desveló en 2003 durante una entrevista a Playboy.
