“Bangerz” (Sony Music), el título de su cuarto álbum de estudio, llegó hoy martes a las tiendas tras el precalentamiento mediático más sonoro, visto, comentado y “soportado” en el ámbito musical desde la irrupción de Lady Gaga envuelta en filetes de ternera. Hace solo dos años cerró su papel en la serie infantil “Hannah Montana” y esta misma semana posaba en “topless” para Terry Richardson.
Desde Cher hasta Sinead O’Connor, todo el mundo parece tener una opinión sobre su viraje vital. “Tu talento se queda a un lado dejándote prostituir por la industria musical”, le ha advertido Sinead en una carta abierta, recomendación a la que Miley ha respondido con una alusión al trastorno bipolar de la irlandesa.
La primera señal de hartazgo con su imagen de chica buena llegó en el Rock in Rio de 2010 de España y Portugal, con una actuación “salvaje” ante una audiencia aún infantil, coincidiendo con el estreno de su anterior disco, “Can’t be tamed” (indomable).
Tenía 17 años y presentaba canciones pretendidamente más roqueras y de transición hacia esta nueva apuesta, que llega tan errática y desaforada que, como su radical corte de pelo, solo puede considerarse un ejercicio de búsqueda y de reivindicación personal con la explosiva energía de la juventud como combustible.
Al ver a Miley uno recuerda aquel verso de matiz igualmente transitorio, “no soy una niña, tampoco una mujer”, que cantara en plena ebullición hormonal el primer “juguete roto” de la factoría Disney, Britney Spears. Britney, en una muestra clara de respaldo, colabora en este nuevo disco de Miley, “Bangerz” (adicto a las fiestas sin control).
Del cual se desprende el primer sencillo y vídeoclip, “We can’t stop” y el segundo “Wrecking ball”.
La llegada de este material se sazona con una actuación en vivo en la MTV ante una audiencia millonaria, pobre en imaginación pero muy comentada, bailando con el culo en pompa (el llamado “twerk”), bien cerca de la zona genital de su compañero de baile, el opacado Robin Thicke, tres lustros mayor. Miley Cyrus | Sin arrepentimientos La joven cantante parece dispuesta a mantener esa imagen de “perra mala”, según dice.
No da marcha atrás La cantante ha dicho que no se arrepiente de su actuación en los recientes premios MTV.
“No me disculpo por mi performance en los MTV. Si debo a alguien una disculpa es a la gente que hace la mitad inferior de las playeras”. Asesinó a “Hanna” En su más reciente visita al programa “Saturday Night Live” , Miley dijo que no hablaría nada relacionado con “Hannah Montana” porque “fue asesinada”.