Antes de convertirse en estrellas de Hollywood con cuentas bancarias abultadas, muchos actores tuvieron que picar piedra y aceptar ser parte de películas muy extrañas, por no decir chafas.
Estas son algunas cintas que seguramente, con la sola mención de su título, provocan escozor a algunos famosos.
Mucho antes de que Amy Adams fuera nominada cuatro veces al Óscar tuvo que interpretar a una adolescente sexosa en Psycho Beach Party (2000), una parodia que mezcla el terror con una historia de surfistas.
Ese personaje sexy también lo tuvo que 'interpretar' en la vida real, ya que trabajó un tiempo en Hooters, franquicia que se caracteriza por tener meseras de grandes senos que usan uniformes reveladores.
Cuando Brad Pitt llegó a Los Ángeles trabajó como botarga de la franquicia El Pollo Loco y también fue chofer de una limosina que transportaba stripers. En términos cinematográficos, también hizo sacrificios. Brad protagonizó Cutting Class (1989), una comedia fallida -que combina el género slasher- en la que interpretó a un estrella juvenil de basquetbol que termina envuelto en una serie de asesinatos.
Jennifer Aniston tampoco se salva. Antes de ganar un millón de dólares por capítulo en la serie Friends y de embolsarse 5 millones por película, la ex esposa de Brad estelarizó Leprechaun (1993), una película de horror que, aunque se volvió de culto como filme de serie B, no es para nada el orgullo de la actriz.
George Clooney también tiene un pasado de alto terror. Él actuó -el título lo dice todo- en El Regreso de los Tomates Asesinos (1988). En esta cinta, Clooney interpreta al compañero de cuarto de un repartidor de pizzas que se involucra con un profesor que logra crear tomates con extremidades humanoides que intentan conquistar el planeta.
Sandra Bullock saltó a la fama en Máxima Velocidad (1994) y ahora ya ostenta una estatuilla dorada y es fuerte candidata a otra por su papel en Gravedad, pero pocos saben que sólo un año antes de volverse popular protagonizó un thriller muy malo cargado de escenas sexuales, casi soft porn, llamado Fire at the Amazon (1993).