20/12/2025
01:36 AM

La novia de papá

  • Actualizado: 26 noviembre 2010 /

Cuando hay un divorcio, los niños deben olvidar lo hasta entonces conocido y aceptar que sus padres no volverán a dormir bajo el mismo techo. En ese periodo de adaptación, tener una nueva pareja se convierte en un desafío

    Anunciarles a los hijos que se tiene una pareja después de haber enviudado o haber pasado por un divorcio no es una decisión fácil.

    Lo primero que hay que hacer, de acuerdo a la psicóloga Guadalupe Díaz, es poner las cartas sobre la mesa con uno mismo; después cerrar el círculo de la anterior relación alejando los remordimientos a través de una terapia.
    “Los papás que deciden reconstruir una familia deben abandonar la idea que esto se hace de manera instantánea, deben saber que esto se trata de un proceso, sobre todo con los papás que tienen la custodia de los hijos. Se necesita tiempo, paciencia y mucha inteligencia para lograr el ajuste”, destaca la terapeuta.

    Efectos

    Cuando se produce un divorcio, los niños comienzan a vivir una etapa hasta entonces desconocida. Todo lo que habían entendido como seguro, se tambalea, sus hábitos cambian, la casa parece vacía y ven cómo su mundo se mueve y se sacude por completo.

    En esta situación de caos a la que intentan adaptarse y aceptar que sus padres no volverán a estar juntos, resulta duro ver cómo uno de los dos reanuda su vida al lado de otra persona.

    En ese momento, en los niños crece un sentimiento de angustia al sentir que la separación de sus padres es definitiva, y al mismo tiempo un rechazo irracional hacia la persona que creen que llega con la intención de ocupar el espacio que su progenitor ha dejado.
    El odio que nace al conocer a esta nueva persona choca con el amor que sienten por la figura paterna o materna biológica, lo que provoca en los niños reacciones irreconocibles hasta el momento.

    ¡A hacer la tarea!

    Aprender a establecer los límites de espacio, pertenencia y autoridad, entender los nuevos roles dentro de la nueva relación y tener la habilidad de resolver los problemas afectivos que los hijos expresen al sentir su espacio invadido por una tercera persona, son las tres tareas básicas que se tendrán que realizar para que la nueva relación fluya armónicamente.

    Después, hablar con los hijos. “Hay que estar convencidos que merecen esta reconstitución de la vida y que los hijos mantienen el vínculo de padre e hijo, aún cuando los papás no estén casados, hay que resaltar que los papás siempre serán papás y los hijos, hijos, pero dentro de tu vida personal debes enfrentar una resolución, así que debes pensar cómo le vas a hacer sin que se vea afectada la relación con ellos”.
    “Hay que tomar en cuenta que para los hijos el impacto es doble porque pierden a uno de los padres en la separación, pero para el que se queda con la custodia también existe la labor de aprender a ejercer el rol de papá ausente, así que hay que ayudarle a esa pareja a entender cómo cubrir esos roles”.

    ¿Por qué nos separamos más que antes?

    Con la entrada masiva al trabajo por parte de las mujeres y su independencia económica, parece que hoy en día resulta más fácil separarse que hace algunos años, cuando la mujer dependía del salario de su marido.

    “Hace 20 años, para que una pareja se separase tenía que quererlo el marido, pero ahora las mujeres aguantamos menos”, afirma.

    Paloma Bravo, autora del libro “La novia de papá”, considera que otra de las razones fundamentales que explican este incremento de divorcios es que la sociedad actual avanza “mucho más rápido”.

    “Los niños ahora, por Twitter o por el móvil, se dicen ‘te quiero’ veinte veces al día, mientras que hace 30 años, decir ‘te quiero’ era sellar un compromiso. Somos una sociedad mucho más impaciente”, asegura. Un divorcio es siempre una situación complicada. La pérdida afectiva que experimentan los hijos al sufrir una separación puede provocar en ellos un sentimiento de rechazo que en algunos casos puede intensificarse con el tiempo. Cuando parece que la situación no puede ser más complicada, cuando la nueva pareja se ve superada por tener que lidiar con unos hijos que no la aceptan, la solución parece ser “tener paciencia, querer a esos niños y no intentar ser siempre perfecto”.
    “Hay que relativizar las cosas y tener paciencia, porque ese grito de ‘tú no eres mi madre’ lo vas a tener seguro, y el día que llegue no te puedes hundir en la miseria, sino que puede ser mejor opción decirles que no vean tanto la tele y seguir adelante”.

    Buena lectura

    Con ironía y mucha ternura, la periodista española Paloma Bravo aborda este problema en su primera novela publicada, “La novia de papá” en la que hace un retrato de las sociedades modernas desde el punto de vista de la intrusa, de la nueva mujer, de la novia de papá.

    “Yo lo que quería era desdramatizar esa situación. Al final, cuando dices que te has enamorado de un hombre que tiene dos hijas, todo se convierte en un drama”, explica. Bravo añade que no optó por contar la historia desde el punto de vista de la ex porque es algo que “está supercontado” y porque quería mostrar que no siempre la tercera persona es la mala.

    Basada en su experiencia personal, la novela es “80 por ciento ficción y 20 por ciento realidad. Las anécdotas, la personalidad de la ex y del padre de las niñas son completamente inventadas”, reconoce esta periodista.

    Y es que, al igual que la protagonista, esta directora de marketing del diario El País, de España se enamoró de un hombre separado con dos hijas y, con el tiempo, consiguió tener una relación “muy buena” con ellas.

    “De hecho -añade- yo me he separado de él y sigo manteniendo esa buena relación con las hermanas de mi hija”.

    Bravo recuerda que lo que más le costó cuando se vio involucrada en esta situación fue el perder su autonomía y aceptar que ya no iba a poder dedicarse a sí misma, sino que debía entregarse a esas nuevas niñas.
    “Cuando eres madre y los hijos son tuyos, tienes tiempo para acostumbrarte a esa nueva vida, pero cuando es una situación sobrevenida, tienes que guardarte esos rinconcitos para ti, porque, si no, te encuentras un día viniendo tarde del trabajo para no pasar del estrés de la oficina al estrés de la casa. Tienes que encontrar tu rinconcito, el de tu pareja y el de los niños”, admite.

    La especialista:

    La psicóloga Fanny Flores, del Centro Comunitario de Salud Mental San Juan de Dios, sugiere cómo superar una separación matrimonial.

    Cada persona, según su carácter, personalidad creencias religiosas y filosofía de vida, podrá superar con el tiempo el divorcio, para ello es fundamental entender y aceptar las causas que acompañan a este problema, así como aceptar el grado de responsabilidad (nunca culpas) que se tuvo en la separación.

    Durante este proceso es válido sentir angustia y llorar, pero no se debe permitir que estas conductas invadan totalmente la vida, al grado de impedir seguir adelante. Por otra parte, se hace necesario aceptar que a partir de la separación la vida cambiará totalmente, pero lejos de ser algo malo esta situación debe percibirse como una oportunidad para mostrar potencialidades y espíritu de lucha para sobreponerse y salir adelante; por supuesto que resulta imprescindible la compañía afectiva de familiares y amigos.

    Asimismo, una mujer que se acaba de divorciar debe pensar cómo reorganizará su vida y, si hay hijos, tendrá que evitar junto con el padre que ellos sufran o que se sientan culpables por la ruptura.
    Cabe destacar que una separación, ya sea de mutuo acuerdo o no, genera siempre una fase de duelo en todos los miembros de la familia, la cual se supera gradualmente con el paso del tiempo. No obstante, cuando la etapa de sufrimiento se prolonga mucho tiempo y se convierte en sentimiento paralizante que impide realizar las actividades cotidianas, es aconsejable acudir al psicólogo o psiquiatra, especialistas que ayudarán a superar y aceptar la situación de la mejor manera.

    Fanny Flores
    Psicóloga

    La voz experta:
    “Los papás que deciden reconstruir una familia deben abandonar la idea de que esto se hace de manera instantánea, deben saber que esto se trata de un proceso, sobre todo con los papás que tienen la custodia de los hijos”.

    Guadalupe Díaz
    Psicóloga