18/12/2025
04:36 PM

La gran Liz nos dejó

Anne Elisabeth Jane Claiborne nació el 31 de marzo de 1929 en Bruselas, Bélgica, hija de Omer Villere, quien era banquero, y Louise Carol Fenner Claiborne. Su brillante vida dejó de fulgurar el miércoles anterior, víctima del cáncer.

Anne Elisabeth Jane Claiborne nació el 31 de marzo de 1929 en Bruselas, Bélgica, hija de Omer Villere, quien era banquero, y Louise Carol Fenner Claiborne. Su brillante vida dejó de fulgurar el miércoles anterior, víctima del cáncer.

Famosa por prendas femeninas simultáneamente prácticas y con estilo, Liz Claiborne Inc fue fundada en 1976 y coincidió con el ingreso masivo de las mujeres al mercado laboral. En 1989 la diseñadora se retiró de las operaciones diarias.

En su juventud se trasladó a Estados Unidos y, tras trabajar en varias empresas de moda, se decidió a fundar su propia empresa de ropa, lo que supuso un claro desafío en un momento en que el sector estaba controlado por hombres.

Su modernidad

Su intención era la de crear ropa asequible y elegante para la mujer profesional que, en aquel entonces, comenzaba a incorporarse a la alta dirección de las empresas. De esta manera, el estilo característico de sus trajes y prendas femeninas se convirtieron en un emblema de las ejecutivas que trataban de romper barreras y escalar puestos en el mundo profesional.

Sin miedo a ser transgresora, reinventó el traje de chaqueta, incorporando un mayor colorido, y tratando siempre de que las prendas fueran muy femeninas y no se encareciesen en exceso.

Liz Claiborne en compañía de su madre Louise Fenner Claiborne en agosto de 1949.

Liz Claiborne en compañía de su madre Louise Fenner Claiborne en agosto de 1949.

'Acabó con el prejuicio de que una mujer no podía vestir ropa deportiva', dijo Kurt Barnard, un experimentado analista del sector, añadiendo que la marca de Liz Claiborne se convirtió pronto en un 'ancla' en las tiendas.

En la actualidad, según datos que publica ‘The New York Times’, la empresa factura en torno a los cinco millones de dólares, y cuenta con marcas como Dana Buchman, Juicy Couture, Ellen Tracy y Lucky Brand jeans.

Incansable defensora de dar mayores oportunidades a la mujer en el mundo del moda, Claiborne se dedicó, tras su retiro, a las labores humanitarias, y creó con su marido una fundación caritativa dedicada a la protección del medio ambiente.

Influencia

En 1949, con tan sólo 19 años de edad, ganó el concurso de diseño Jacques Heim, organizado por la revista Harper’s Bazaar, lo que la permitió regresar a Europa.

Allí estudió arte para, poco después, regresar al país norteamericano, donde comenzó a colaborar con distintas casas de moda, Tina Leser, Omar Kiam o Youth Guild Inc. fueron algunas de las marcas en las que trabajó.

En 1976, fundó su propia firma junto a su marido, Art Ortenberg, un veterano de la industria textil; y dos socios más, Boxer y Jerry Chazen.

Fue una de las diseñadoras más influyentes en la moda de los años 70 y 80, sobre todo debido a la revolución profesional de la mujer. Un movimiento en el que Liz Claiborne vio como reto personal conseguir aunar estilo y funcionalidad en prendas destinadas a ese público femenino que comenzaba a ocupar altos cargos dentro de las empresas. Su legado será inolvidable.

En el año 1986, la empresa Liz Claiborne fue la primera fundada por una mujer que entró a formar parte del ranking de las 500 empresas más importantes que elabora la revista financiera ‘Fortune’.

En 1989, Liz y su marido se retiraron de la compañía, que en la actualidad cuenta, además, con las firmas Dana Buchman, Juicy Couture, Ellen Tracy y Lucky Brand jeans.

Tras esta marcha, ambos se dedicaron a labores humanitarias y crearon Liz Claiborne & Art Ortenberg Foundation, fundación caritativa dedicada a la protección del medio ambiente.

Con Robert F. Kennedy jr en junio del año 2000, en un evento de moda en Nueva York.

Con Robert F. Kennedy jr en junio del año 2000, en un evento de moda en Nueva York.

Triste partida

El pasado martes 26 de junio, Liz Claiborne nos decía adiós para siempre. En el hospital Presbiteriano de Manhattan, la diseñadora belga, de 78 años, no pudo seguir luchando contra un cáncer que le diagnosticaron hace más de una década.

Su éxito fue la creación de prendas atractivas, elegantes y a la última, pero sin olvidar la comodidad. Y con un objetivo común: vestir a mujeres empresarias. Además, a ello se unían unos precios asequibles para un público de clase media.

'No sólo hemos perdido a la fundadora de nuestra compañía sino a una mujer inspiradora que revolucionó la industria de la moda hace 30 años. Su compromiso con el estilo y el diseño siempre está presente en nuestro pensamiento y en el modo que trabajamos.

El mundo de la moda recordará a Liz por su visión, su espíritu emprendedor y su perdurable compasión y generosidad', matizó en un comunicado el director ejecutivo de Liz Claiborne, Bill McComb.

Sus restos aún no han sido depositados en lo que será la última morada de la inolvidable y emprendedora diseñadora.