Los Ángeles, Estados Unidos.
Kim Kardashian ha luchado mucho por recuperar su figura tras haber ganado varios kilos durante su embarazo.
La celebridad sintió mucho miedo al pensar que tal vez no podría volver a posar en un traje de baño de dos piezas.
Ahora que la novia de Kanye West viajó junto a su familia a Tailandia, Kim Kardashian no dejó de usar bikinis.
La mamá de North aprovechó para tomar el sol y relajarse en un lujoso hotel Iniala Beach House donde las habitaciones tienen un costo de entre tres mil 500 y seis mil 750 dólares por noche.