Es famoso por muchas razones. Por trabajar en pijama todo el día, porque dice haber tenido intimidad con más de mil mujeres, por ser el dueño de una de las revistas más famosas del mundo, por convivir con más de una chica al mismo tiempo, por ser creador de toda una ideología para los hombres y por su mansión Playboy. Se llama Hugh Hefner, mejor conocido como Hef.
Nacido en Chicago el 9 de abril de 1926, desde muy pequeño Hef tuvo claro cuáles eran sus pasiones: los negocios y el dibujo. A los 10 años creó un diario que vendía por un centavo de dólar; eran sus primeros pininos en lo que después se convertiría en el imperio erótico más famoso del mundo.
Nace el casanova
La leyenda de Hef como mujeriego tiene origen en 1932, cuando a los 16 años fue rechazado por una chica. En ese momento decidió reinventarse: cambió su nombre, ahora se hacía llamar Hef, y decidió que nunca más sufriría un fracaso amoroso.
Casado dos veces durante sus 85 años, Hefner siempre será reconocido por su libertad sexual y por no tener empacho alguno en presumir que tiene más de una novia a la vez. Su fama ha hecho que no sea él quien busque a las mujeres. Ellas quieren ser actrices, aparecer en la revista, ser parte de la historia de Playboy.
Él las complace y las convierte en sus novias por un tiempo. En su haber este casanova tiene una larga lista de playmates, entre ellas Donna Michelle, Marilyn Cole, Shannon Tweed, Brande Roderick, Barbi Benton, Sondra Theodore, Carrie Leigh, Holly Madison, Bridget Marquardt, Kendra Wilkinson y las gemelas Karissa y Kristina Shannon.
Actual vida amorosa
Con Crystal Harris planeaba casarse por tercera vez hasta que ella decidió cancelarlo días antes del enlace. Pero el irredento donjuán no se ha sentado a llorar, sino que se consuela en los brazos de dos nuevas conquistas: Anna Berglund y Shera Bechard.
¿Durarán estos nuevos amores? Hef no lo sabe y posiblemente no le importe. Lo que sí tiene claro es que desea que su última relación sea con Marilyn Monroe. ¿Cómo? Muy sencillo. Compró la tumba contigua a la de la rubia y desea que lo entierren allí, al lado de la mujer que fue la primera conejita de su vida.
“Marilyn será mi última novia, y espero sinceramente que lo nuestro funcione”, ha dicho.
