Londres, Reino Unido
Will Ferrell, que vuelve a compartir protagonismo con Mark Wahlberg en la comedia navideña Guerra de papás 2, declaró en una entrevista con Efe que se sienten afortunados de que su química en la pantalla “funcione tan bien”.
La secuela, que llega dos años después del estreno de la primera entrega y que ya se exhibe en los cines de Honduras, radica su atractivo en la incorporación al elenco de dos pesos pesados del cine, Mel Gibson y John Lithgow, que interpretan a los padres de Wahlberg y Ferrell, respectivamente.
La llegada de ambos progenitores, de personalidades antagónicas, hará temblar la buena relación que habían forjado Dusty Mayron (Wahlberg) y Brad Whitaker (Ferrell), que consiguieron aparcar sus diferencias al final de la primera película.
Durante el transcurso de la cinta, los Mayron y los Whitaker tienen que ir dejando de lado sus excentricidades para poder congeniar y así poder brindar unas buenas Navidades a los niños, ya que comparten su custodia.
“Realmente disfrutamos trabajando juntos. Mark se adapta muy bien y lo interpreta todo de forma muy seria y real, y además tiene los mismos instintos en la comedia”, apuntó Ferrell.
Respecto a su compenetración en la gran pantalla, se mostró muy satisfecho con los resultados y apuntó que Guerra de papás 2 es tan buena como la anterior.
Por su parte, Wahlberg señaló que lo más importante cuando está rodando es que todo el mundo se sienta bien.“Lo que quieres es que todo el mundo lo haga igual de bien. Lo más importante es la película entendida como todo”, reflexionó.
Además, Ferrell aseguró que “fue un alivio” que Gibson y Lithgow fueran tan buenos en sus roles: “Nuestra reacción fue: ahora podemos hacer menos”, bromeó.
Lithgow, que encarna a Don Whitaker, un padre muy cariñoso y sensible, consideró que el éxito de la comedia radica en poner a gente con caracteres opuestos en una situación de conflicto para ver como reaccionan y se relacionan entre sí.
Un contraste logrado con su incorporación y, sobre todo, con la presencia de Mel Gibson en el reparto, que, acorde con su propia personalidad, interpreta a un padre muy masculino y de la vieja escuela. Al tratarse de solo una exageración de su propio carácter, ambos reconocieron que no tuvieron que prepararse mucho los personajes y que el director de la película, Sean Anders, dejó mucho espacio para la improvisación. Ambos destacaron la versatilidad de Ferrell y Wahlberg y lo bien acogidos que se han sentido, además de la buena sintonía experimentada a la hora de rodar.
Para concluir, Lithgow dijo que Guerra de papás 2 es una película especial y para toda la familia y que lleva consigo ideas como “el perdón, la esperanza y el renacimiento”.