San Pedro Sula, Honduras.
El espíritu de ayudar y servir al más necesitado prevaleció en una fabulosa e inspiradora gala benéfica. Fue la primera edición del Premio Quetglas 2014 organizado por la fundación Obras Sociales Vicentinas.
El galardón está inspirado en la nobleza de corazón y solidaridad del querido padre Antonio Quetglas, y la noche del jueves las damas Rina Simón de La Ceiba; Astrid Ruiz de San Pedro Sula; y Clementina Martínez, de La Paz, fueron las estrellas de la buena voluntad, del altruismo anónimo y desinteresado.
Sus ejemplares carreras de solidaridad en sus lugares de origen son el espejo que Honduras cuenta con ángeles de silenciosa labor humanitaria que con poco impulso financiero pero con gran corazón y fe están transformando el futuro de muchos adultos mayores, niños y personas con retos especiales.
Honores
La dama Astrid Panting de Ruiz fue la ganadora del Premio Quetglas 2014 por su labor de una década con la fundación A-Tuto, donde brinda atención a través de la equinoterapia o terapia usando caballos para niños con retos especiales.
Tiene 51 años de edad, comenzó brindando el tratamiento con equinos tras nacer el hijo de una amiga con el síndrome de Down, es hija de la dama sampedrana María Martha Panting y esposa de Martín Ruiz.
Junto a ella, las otras dos nominadas y dignas del respeto, admiración y respaldo financiero de Honduras para sus labores filantrópicas fueron la ceibeña Rina Villar de Simón, el ángel de los ancianos del hogar Divina Provicendia desde hace 25 años.
También la admirada maestra, de 84 años de edad, Clementina Martínez Lizardo, quien lleva 41 años alimentando a niños que en sus hogares no tienen un bocado para llevarse a la boca, y que ella ha alimentado auxiliándolos para que tengan un futuro prometedor en el remoto pueblo de Cane, en el alejado departamento de La Paz. Sus inspiradoras historias hicieron derramar lágrimas a muchas damas asistentes y tocar el corazón de empresarios que llegaron a la gala para apoyar la iniciativa de Osovi.
El Centro Social Hondureño Árabe lució como nunca y repleto de gente que llegó a demostrar que el país tiene que cambiar exaltando a héroes que dejan todo por el más necesitado.
María Teresa Canahuati, encargada de logística y organización de la gala, preparó todo para que estas tres damas tuvieran una noche inolvidable y que fueron seleccionadas por su invaluable labor solidaria por una terna que examinó la hoja de altruismo de 39 perfiles más.
La atmósfera fue acogedora, sofisticada y elegante. El buen gusto prevaleció en la estancia, cuyo montaje y decoración estuvo en responsabilidad de Canahuati y Gerardo Trejo para que los más de 350 invitados compartieran de la noche por Osovi.
Admirable
El querido padre Antonio Quetglas recibió los más hermosos elogios, acompañado por los padres José Vicente Nacher y Jesús Palao, la directiva de Obras Sociales Vicentinas y los patrocinadores que hicieron posible el Premio Quetglas 2014.
Aportaron su apoyo Banco Ficohsa, Diario LA PRENSA, Embotelladora de Sula, Elcatex, Emisoras Unidas, Claro, Televicentro, Diario El Heraldo, Fundación Osovi y Honduran Green Power Corporation, HGPC.
Ahora, entre los planes de Quetglas está construir un asilo para ancianos en la capital y para ello se necesitan recursos económicos que solo pueden ser suministrados si la gente de noble corazón se solidariza.
Con los fondos que se recolectaron, Osovi solventará parte de las necesidades que tienen sus centros de asistencia integral como ser la Casa del Niño, la Casa de la Niña, La Casa del joven, la Casa del abuelo y otras instituciones donde hay bienestar y seguridad para los más necesitados. Todo fundado por el padre Antonio.